27 de julio de 2024

Es bastante penoso, y ridículo, que en una ciudad con la cultura literaria tan arraigada en sus costumbres como es Elche (provincia de Alicante, Spain), no exista ni una sola librería (y las hay muy hermosas) que tenga en su catálogo más de doce títulos distintos de poesía de autores contemporáneos. Aparte de los clásicos poca chicha más…

Pero es más triste comprobar qué piensan algunos de estos libreros al respecto. Obsérvese que he dicho algunos, y he puesto en cursiva la palabra libreros, que nadie se me ofenda. Ayer, en una importante librería de Elche, a mi pregunta de por qué habían quitado la sección de poesía, una zagala, al parecer la dueña del establecimiento (¡me rebelo!, ¡me niego a llamarle librera!) me contestó lo siguiente: «Hemos quitado la sección de poesía porque los clientes no compran libros aburridos. Esto es un negocio y la poesía no da dinero». Y se quedó tan ancha

Y yo exclamo:

¡Libreros y libreras que pensáis igual que esta zagala de trenzas y cara de no haber leído en su vida un libro, si tratamos a la poesía como a un género marginal, elitista, o aburrido, lo único que conseguiremos es denostar un poco más a la ya de por sí zaherida y castigada cultura. La poesía es al arte, lo que la harina al pan. Y sin arte no hay humanidad!

¡Señores libreros, señoras libreras, a los que vivís amando vuestra profesión, a los que no concebís una estantería sin poemarios, a los que tenéis en catálogo algo más que a Bécquer o a Federico García Lorca, a los que no denostáis la poesía, a todos vosotros, GRACIAS!

No pequemos de ignorantes, todos, todos toditos todos, somos poesía, que ya lo decía el mencionado Bécquer:

«¿Qué es poesía?, 
dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú»
.

Feliz lectura a todos…

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