11 de octubre de 2024

NI UNA NI GRANDE NI LIBRE. LA DICTADURA FRANQUISTA de Nicolás Sesma / Editorial: Editorial Crítica / Género: Ensayo / 758 páginas / ISBN: 9788491996101 / 2024

En «Ni una ni grande ni libre» nos encontramos una visión del régimen franquista diametralmente opuesta a las visiones reduccionistas y los mitos que, con frecuencia, han dominado la narrativa sobre este periodo histórico. A través de un enfoque analítico y matizado, Nicolás Sesma derriba la concepción de un régimen homogéneo, mostrándonos en su lugar un entramado complejo y multifacético.
Para mí, uno de los aspectos más significativos de esta obra radica en la reinterpretación de Francisco Franco no como un líder aislado, sino como un hábil político que supo maniobrar en un contexto internacional convulso. Esta perspectiva desafía la imagen de un régimen obsoleto, haciéndonos ver en su lugar que el franquismo, particularmente a partir de la década de 1950, buscó integrarse en las dinámicas geopolíticas de la Guerra Fría. Así, Nicolás Sesma establece conexiones entre España y diversos países, desde Argentina hasta Estados Unidos, resaltando cómo el régimen se benefició de estas relaciones para fortalecer su propia supervivencia. El autor no se limita únicamente a ofrecer una simple cronología de eventos; su análisis se adentra en la diversidad de actores que conformaron el franquismo. Desde los falangistas hasta los tecnócratas del Opus Dei, Sesma sugiere que la dictadura no fue un monolito, sino un sistema que reflejaba tensiones internas con una notable capacidad de adaptación. Este enfoque pluralista invita a reconsiderar la complejidad del liderazgo de Franco, quien, lejos de ser un genio solitario o un títere, emerge como un estratega eficaz en la implementación de la represión y la crueldad. El autor también pone de relieve la importancia de las particularidades regionales en España, por ejemplo centrándose en Aragón como un caso paradigmático. La oposición de las élites locales al régimen, como se evidencia en la resistencia al proyecto del trasvase del Ebro, ilustra las fricciones entre el poder central y las aspiraciones locales. Estas dinámicas son cruciales para entender no solo la historia del franquismo, sino también las raíces de las tensiones políticas que han perdurado en la España contemporánea.
La modernización del régimen en las décadas de 1950 y 1960 se presenta como otro punto central de la obra. El Plan de Estabilización de 1959 es presentado no como un signo de democratización, sino como un proceso que coexistió con la represión. La capacidad del régimen para promover el crecimiento económico, al tiempo que mantenía un férreo control sobre la disidencia, revela las contradicciones inherentes a su existencia. En este sentido, Sesma expone cómo la censura y la corrupción, a menudo eclipsadas por el relato de modernización, formaron parte integral de la experiencia franquista.
La prosa de Nicolás Sesma es clara y accesible, lo que facilita la comprensión de un tema que, a menudo, puede resultar denso. Su enfoque analítico se acompaña de una rigurosa documentación, lo que confiere a la obra un respaldo académico sólido. Sin embargo, en su intento de abarcar una amplia gama de temas, hay momentos en los que la densidad de información puede resultar abrumadora para el lector menos familiarizado con el contexto histórico que se trata.

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