
LOS DIABLOS de Joe Abercrombie / Traductor: Manu Viciano / Editorial: Alianza Editorial / Colección: Runas / Género: Narrativa / 808 páginas / ISBN: 9788411489836 / 2025
En Los diablos, Joe Abercrombie lanza los dados de su mundo imaginario sobre un tablero sorprendentemente reconocible para cualquier amante de la historia. La novela es una reinterpretación fantástica y a la vez transparente de nuestro pasado medieval, llena de homenajes, distorsiones intencionadas y ecos muy conscientes. Me atrevería a decir que su inspiración principal está en el Gran Cisma de 1054 entre las Iglesias de Oriente y Occidente, ya que sus consecuencias se pueden otear a lo largo de toda la novela.
Uno de los recursos más brillantes que he visto en todo el relato, sin lugar a dudas, es la habilidad para mezclar personajes reales (con todas las incógnitas que estos arrastran) con personajes de ficción. La emperatriz Aelia Eudoxia, figura histórica del siglo IV, presta el nombre y hasta rasgos —vanidad, poder, astucia manipuladora y un aura casi monstruosa— a una emperatriz fallecida que será sustituida por la protagonista, Alex. Del mismo modo, el duque Miguel (nombre bizantino donde los haya) actúa como representante de ese sinsentido teocrático tan propio de las intrigas palaciegas orientales. Su misión: descubrir a la legítima heredera del Trono Vespertino.
Todo esto sucede en un lugar que Abercrombie llama, sin rodeos, sin tapujos y sin remordimientos (¿por qué iba a tenerlos?) Troya. No es una elección cualquiera. Esta ciudad, renacida y reinterpretada, mezcla lo bizantino, con lo grecorromano y lo cartaginés, todo ello en una amalgama caótica pero a la vez sumamente efectiva. Incluso detalles como la Columna mágica de los brujos de Cartago se inspiran en la realidad: Cartago fue conocida por su ingeniería hidráulica, y el acueducto de Zaghouan, por ejemplo, que aparece al final del libro, es en realidad un acueducto romano que conecta Cartago con las fuentes de la región de Zaghouan (Túnez).
Además de esta densa trama política y las referencias históricas, Los diablos sigue de cerca a un grupo de personajes variados y profundamente humanos. El hermano Díaz, un monje que esperaba un merecido ascenso en la Ciudad Santa, es nombrado vicario de la secreta Capilla de la Santa Conveniencia, una congregación formada por seres que la Iglesia utiliza para llevar a cabo las misiones más oscuras y peligrosas. Su misión principal es escoltar a la princesa Alexia Pyrogennetos, una joven que ha vivido en las calles y que ahora debe reclamar su lugar legítimo en el Trono de Troya, en medio de una feroz lucha palaciega con varios pretendientes al poder. Acompañan a esta pareja personajes como Jakob de Thorn, un templario maldito y protector implacable; Batiste, una pirata astuta y letal; el barón Rikard, un anciano caballero con un gusto particular por la sangre; y Baltasar Sham Ivam Draxi, un arrogante nigromante.
La novela desarrolla sus aventuras a lo largo de una Europa medieval alternativa, plagada de magia, vampiros, demonios, elfos invisibles y mujeres lobas, mientras la amenaza de los elfos obliga a la Iglesia Occidental y Oriental a cerrar filas. Este variado grupo, con sus voces únicas y conflictos internos, aporta una dimensión humana que equilibra la grandiosidad y la fantasía de la historia. A diferencia de las obras anteriores del autor, en esta la presencia constante de la magia es mucho más natural y tangible. Para quienes echaban en falta algo más de sobrenatural (per se) en sus libros anteriores, Los diablos colmará con creces esos deseos: aquí hay mucha hechicería, nigromancia, artes oscuras y criaturas salidas de las pesadillas. Los protagonistas forman un grupo tan roto como carismático, y deberán recorrer esta singular Europa enfrentándose a enemigos de todo tipo: guerras abiertas, casas de ilusionistas, traiciones familiares y hasta una lucha por el trono entre cuatro primos, cada uno más cruel y arrogante que el otro. Y como hemos dicho, no faltan las criaturas. Vampiros, demonios, mujeres lobas, princesas imposibles, elfas invisibles, caballeros malditos y piratas… Abercrombie construye un elenco grotesco, pero entrañable y un pelín excesivo que funciona como una ópera barroca de espada y brujería.
Lo que más sorprende —y se agradece— es el tono general del libro. A pesar de toda la oscuridad, la novela contiene diálogos agudos y situaciones que arrancan sonrisas y muecas de placer literario inesperadas. Joe Abercrombie se permite bromear con la historia, jugar con los tópicos del género y exagerarlos hasta hacerlos estallar. Y lo hace sin perder en ningún momento el pulso narrativo ni la tensión.
Se nota que se lo ha pasado bien escribiéndolo. Y eso, como siempre ocurre en estos caso, se transmite al lector.
Los diablos es, sin duda, uno de los libros más entretenidos que he leído en lo que va de año. Es oscuro, sí, pero también ágil, ingenioso, lleno de giros inesperados y momentos brillantes. Abercrombie está en plena forma, pero no se repite: se arriesga, se suelta, y eso lo convierte en una lectura especialmente refrescante.
Una primera entrega que no solo cumple expectativas: las supera con creces. Estoy deseando saber hacia dónde nos llevará esta trilogía, y con qué nuevos horrores —y no horrores— nos sorprenderá.

Maxi Sabela Tornés (Alicante – 1984) Ex-árbitro reconvertido en profesor de lengua. Le gusta el noir y el terror, aunque no le hace ascos a ningún otro género… siempre y cuando no esté escrito en sánscrito.