Hoy nos visita en la Jungla el escritor Javier Marín para hablar, entre otras cosas, sobre su última novela publicada, Desafío 59′:
«El hallazgo del cadáver decapitado de una periodista apunta a un solo culpable: Samuel Castillo, cuya anodina vida se convierte en una frenética carrera contra el mundo. Con la policía pegada a los talones y la sombra de una conspiración que escapa a su entendimiento, la ayuda de dos personas en su misma situación es el clavo ardiente al que agarrarse para una posible salvación.
En un teatro de farsa y conspiración, el enemigo puede estar oculto en cualquier esquina. Descubrirlo supone exponerse a ser el protagonista involuntario de una trama de peligros, poderes y escenarios imposibles, los que conforman el infierno y lo contienen entre cuatro paredes que se multiplican hasta crear un laberinto de muerte del que, tal vez, sea imposible escapar.
Tras esta vorágine de terror y crímenes, un nombre en clave parece envolverlo todo: Desafío 59’».
Pregunta: «Desafío 59’» es un thriller vertiginoso y adictivo, con grandes dosis de adrenalina, ¿a quién no recomendaría leer su novela?, ¿es apta para todos los públicos, para todas las sensibilidades?
Respuesta: Creo que es una novela que pueden leer todos los públicos, no es sangrienta aunque muera gente y el plus de los acertijos y las escape rooms pueden atraer a las personas a las que le guste esa interacción con el escritor porque pueden intentar resolver cada problema que se plantea. No solo en las propias habitaciones sino también en los mensajes cifrados que uno de los personajes le manda a otro…
P.: ¿Qué argumento utilizaría para convencer a nuevos lectores que no le conozcan de la necesidad de leer «Desafío 59’»?
R.: Podría definir la novela como un thriller policiaco donde además de la investigación propia por parte de los inspectores, tenemos un fugado que intenta demostrar su inocencia, una pareja que lo ayuda en su camino, unas habitaciones donde las personas que se encuentran dentro tienen que resolver un acertijo antes de cincuenta y nueve minutos si no quieren morir y unos crímenes que no son lo que a simple vista parecen. Todo esto te lleva, mediante capítulos cortos, a querer resolver una trama que por momentos se vuelve más y más complicada.
P.: Uno de los recursos literarios que más me ha sorprendido, para bien, de su novela ha sido el uso de distintas voces que le ha dado a la narración. Unas veces utiliza la primera y otras la tercera persona, ya le digo que a mí me ha parecido de lo más original y acertado pero, ¿podría hablarnos un poco más sobre su decisión de emplear diferentes voces narrativas en su novela? ¿Cómo cree que esta elección ha enriquecido la historia y ha afectado la forma en que los lectores se relacionan con los personajes y la trama?
R.: Suelo usar este recurso en mis novelas. La primera persona me gusta para hacer notar con más claridad los sentimientos de una persona sobre los actos que hace o los pensamientos que lo llevan a ello. La tercera es mas impersonal a la hora de hacerlo y me siento cómodo con ese cambio en determinados capítulos. Eso sí, siempre con el mismo personaje. No uso distintas voces en primera persona porque puede llegar a marear.
P.: Varias tramas entrelazadas y dos investigaciones cruzadas…¿cómo abordó el desafío de mantener la coherencia y la tensión narrativa a medida que estas tramas se entrecruzan?
R.: En todo momento pensé en dos libros diferentes, cada uno con una investigación: por un lado, la policiaca con todos sus procedimientos, y por otro la alegal por parte del personaje que se ve de la noche a la mañana inmerso en una pesadilla de la que se le acusa sin motivo… o no… Tenía claro que en un momento las dos investigaciones se encontrarían y ese es uno de los momentos que más me gustó escribir de la novela. Los cara a cara de los protagonistas. No puedo contar más 🙂
P.: Los enigmas que nos plantea durante toda la novela son otro aliciente más de «Desafío 59’», ¿qué beneficios cree que aporta esta complejidad a la experiencia de lectura y cómo influye en la comprensión más profunda de los personajes y la trama central?
R.: Es uno de los puntos atractivos de la novela a mi parecer. Imaginé a alguien que le gusten esos acertijos como a mí, leyendo, apuntando las posibles soluciones y que al cerrar el libro aún siguiera pensando en cómo podría escapar de esa habitación. Además se une el cómo se sienten los personajes y cómo actúan en esas determinadas situaciones cuando tu vida depende de resolver ese enigma. Lo difícil fue engarzar cada uno de los acertijos con la trama y que cada personaje, según sus aptitudes pudiera enfrentarse a las pruebas.
P.:Sé que estas preguntas son bastante comunes para los autores, pero los lectores solemos sentir mucha curiosidad al respecto cuando leemos una novela como la suya: de entre todos los personajes que ha creado, ¿tiene alguno que sea su favorito?, ¿cuál fue el más desafiante de desarrollar?, ¿se basó en alguien específico para alguno de ellos o son fruto exclusivo de su imaginación?
R.: En esta novela partí de cero, no me basé en nadie específico, pero si usé algunos arquetipos típicos que fui modificando conforme la novela avanzaba. Mi favorito es Samuel, también fue el más complicado por el hecho de que su rol está en constante cambio durante toda la historia. Pasa de ser un informático con pocas habilidades sociales a convertirse en alguien diferente tras los acontecimientos que le van sucediendo.
P.: En 2021, usted fue galardonado con el III Premio ICUE NEGRO de Cartagena Negra. ¿De qué manera este reconocimiento ha influido en su carrera literaria y cómo cree que ha contribuido a su desarrollo como autor?
R.: Fue el momento más increíble que he pasado desde que escribo, más al ser con mi primer libro, el cual ni siquiera tenía pensado publicar. Sin duda, el impulsó que hizo que quisiera tomarme la segunda novela más en serio, con tramas más elaboradas y giros que hicieran desmontar al lector todo lo que estuviera pensando hasta ese momento. En definitiva, fue un respaldo y un incentivo para seguir.
P.:¿Cómo es su rutina a la hora de escribir?
R.: Mejor no tocar este tema porque soy el antiejemplo, escribo cuando el trabajo me deja y aprovecho cualquier rato libre en el que me puedo poner. No tengo un sitio especial, me he acostumbrado a sacar el portátil en cualquier situación y me centro bastante.
P.:¿Qué libro le hubiera gustado escribir, y por qué?
R.: Por decir uno: El hombre evanescente. Aunque me valdría cualquiera del autor. El cómo te lleva donde quiere para al final darte la vuelta es lo que siempre he querido que sintieran los lectores que tuvieran un libro mio en la mano.
P.:¿Tiene autores de cabecera?
R.: Ahora es cuando te digo el nombre del autor 🙂 Jeffery Deaver. También cualquier libro de Douglas Preston y Lincoln Child
P.:¿Algún proyecto en el que esté trabajando ahora mismo y del que pueda hablarnos?
R.: Pues la nueva novela que quiero que salga para el cuarto trimestre de 2024, aunque ya sabemos lo que pasa con estas cosas… espero no fallar.
P.: Para terminar, y como siempre nos gusta hacerlo aquí en la Jungla de las Letras, háblenos un poco de usted, ¿cómo se describe como escritor y como persona?
R.: Intento ver el libro como una película, describir sobre la imagen que proyecto de las escenas y buscar siempre la solución, dentro de que sea creíble, más complicada aunque me tire unos días pensando en como hacerlo. Soy cabezón y hasta que no doy con la tecla no suelo dejarlo. En todos los aspectos, no solo en la escritura. Me gusta que todo quede bien cerrado aunque es inevitable que deje una última frase que de rienda suelta a la imaginación del lector para que piense en que puede pasar después…
Muchas gracias por la entrevista y por darme esta visibilidad. ¡¡Un placer conoceros!!
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Estupenda entrevista, me encanta Javier Marín, le auguro un futuro de oro.