
LA CALLE DE LOS CINCO AROMAS de CAN XUE / Traductor: Blas Piñero / Editorial: Hermida Editores / Género: Narrativa / 733 páginas / ISBN: 9788412949919 / 2025
Can Xue —seudónimo de Deng Xiaohua— es una de las voces más audaces y desconcertantes del vanguardismo chino de finales del siglo XX. La calle de los Cinco Aromas (Hermida Editores) es una novela con una ironía corrosiva y una imaginación implacable. Muy lejos de limitarse a contar la anécdota de un adulterio infundado en la calle Wuxiang, la novela nos sitúa en un peculiar escenario donde el delirio colectivo es la norma. La enigmática Señora X emerge, tanto como personaje como catalizadora de obsesiones, rumores y perversiones tangibles y latentes. Bajo su aparente belleza, palpita una perturbación capaz de desnudar las contradicciones y las flaquezas más íntimas de una comunidad. Can Xue convierte ese microcosmos que ha creado en un teatro de la paranoia, donde la búsqueda de sentido es constantemente saboteada.
La calle de los Cinco Aromas es quizá un ejercicio de descomposición de la psicología tradicional: no hay certezas, ni introspecciones esclarecedoras, ni redención alguna. La autora, heredera de Kafka y Borges —esas lecturas nutrieron su formación autodidacta en los márgenes de la China maoísta—, subvierte cualquier pretensión de realismo psicológico, arrastrando al lector hacia un territorio donde lo grotesco y lo cotidiano conviven armoniosamente y con una naturalidad inquietante. La ironía actúa como una grieta que, capítulo tras capítulo, ensancha el abismo bajo los pies del lector. A diferencia del esperpento clásico, no se trata de deformar la realidad para caricaturizarla, sino de exponer su absurda maquinaria mediante una precisión devastadora. El mundo que retrata Can Xue no es una parodia de lo real, sino su desvelamiento brutal; es la vida diaria como mascarada de miedos, deseos reprimidos y falsificaciones perpetuas.
Reconozco que leer esta novela puede suponer enfrentarse a una experiencia exigente. No por la extensión —considerable pero jamás de los jamases gratuita—, sino por la densidad de su propuesta estética. Cada digresión, cada diálogo suspendido en un filo de irrealidad, está tejido con un rigor que anula cualquier tentación de apresurarse. La autora es una maestra a la hora de administrar el ritmo narrativo, permite que la abundancia de detalles y voces construya una atmósfera opresiva pero fascinante. Algo que me ha sorprendido y enamorado, literariamente hablando, es la capacidad de la obra para trasladar una sensibilidad profundamente china sin recurrir a la exotización ni a la autocomplacencia. La raíz cultural es invisible pero omnipresente a la vez, se manifiesta en la manera de habitar el silencio, en el peso insólito de las miradas, en la gravitación de los gestos mínimos. A través de una prosa ágil e impregnada de una densidad lírica muy personal, Can Xue ofrece una percepción distinta del tiempo y del espacio, alejada de los marcos occidentales habituales.
Bajo una impecable traducción, persiste el aroma de un mundo donde la lógica vacila y las verdades se disuelven como espejismos. La calle de los Cinco Aromas es un torbellino de voces insurrectas, una meditación despiadada sobre la imposibilidad de encontrar una verdad única o una identidad estable. Un universo quebradizo donde Can Xue logra aquello que solo las obras mayores consiguen: perturbar de forma sutil y duradera. Descubrir a esta autora ha sido para mí uno de esos felices hallazgos que resarcirían años enteros de insulsas lecturas. Hasta hace poco, ignoraba su existencia; no exagero si afirmo que ha sido lo mejor que me ha ocurrido en los últimos años en el terreno de la literatura: un impacto sereno, pero profundamente transformador.

Jesús Cuenca Torres (Santiago de Compostela – 1957) Doctor en filosofía y exprofesor de instituto. Habla siete idiomas con fluidez, amante de los libros y del cine en blanco y negro. No le ve sentido echarle azúcar al café.