
EL GUSANO de Luis Carlos Barragán / Arte de cubierta e ilustraciones interiores: Luis Carlos Barragán / Editorial: Holobionte / Género: Narrativa. Ciencia Ficción / 256 páginas / ISBN: 9788412914528 / 2024
«Los humanos han adquirido la facultad de fusionarse entre sí y con los otros seres vivos, y a partir de aquí el narrador comenzará un periplo de varias décadas para reencontrarse con Sara Ahmed, la niña con quien tuvo su primera «síntesis», mientras el mundo continúa enloqueciendo a su alrededor en una mezcolanza de órganos y recuerdos compartidos. Tribus urbanas de proscritos rumberos, grupos reaccionarios anti hibridación, sectas de iluminados y conspiradores bíblicos, muñecos sexuales de última generación y guerrilleros de las FARC mutantes se suceden en una delirante parábola que parece dirigida al colapso o la catarsis global, ante el advenimiento de un gigantesco gusano que no para de crecer y crecer».
Llevaba una temporada sin acercarme al weird y lo echaba de menos. Mucho. Así que, cuando descubrí que Holobionte también apostaba por este género y que, además, lo hacía con una novela con una premisa tan interesante como esta de Luis Carlos Barragán, no me lo pensé. Y, la verdad sea dicha, no me arrepiento en absoluto. El bizarro siempre es un lugar cómo al que volver en busca de paz y calma, pero también para estimular la imaginación, remover cosas y excitar la reflexión sobre el mundo en el que vivimos. Casualmente, las últimas setenta páginas me pillaron en mitad del gran apagón eléctrico que vivimos no hace mucho y, creedme, casi me pareció pura poesía, sincronicidad o como queráis llamarlo.
El gusano es una ucronía distópica en plena persecución de una utopía. Dicho así parece algo inabarcable o demasiado pretencioso, pero el autor ha sabido extraer la esencia de su idea y ponerla sobre el papel sin que sobre ni una coma y sin que notemos carencias de ningún tipo en la trama o en el desarrollo de sus personajes. El principal, que actúa la mayor parte como narrador, es César. Pero la voz, en una perfecta alineación con la historia, también va mutando, se va mezclando y se va intercambiando de un modo sutil para ofrecernos una visión completa del suceso. De hecho, al principio, como lectores nos cuestionamos (al menos en mi caso) cómo iba a llevar adelante una idea tan original y apabullante sin que se desinflara o perdiera interés y, sin embargo, pronto nos damos cuenta de que Barragán sabe de lo que habla, tiene las ideas claras y conoce el camino por el que nos quiere hacer transitar.
La historia se origina a finales de los noventa con una de las primeras síntesis, la que sucede entre el protagonista y Sara Ahmed, y, a partir de ahí, la historia del mundo se desarrolla en paralelo con los datos que nosotros tenemos de él, pero con el añadido de este nuevo elemento que es de la inevitabilidad de fusionarse con otro ser vivo mediante el simple contacto. Personas y animales se vuelven, de forma inexplicable, intangibles entre sí y la única manera de salvaguardar el contacto sólido es cubriéndose con unas prendas de lana que evitan esa simbiosis, a veces, parcial y, otras, completa. A partir de entonces, el autor se sirve de su narrativa para abordar temas como la religión, la homofobia, el racismo o la distinción de clases y, aunque la novela tenga un profundo espíritu weird, la crítica social que subyace es muy potente. Así, pone sobre la mesa cuestiones que invitan a la reflexión y la empatía, que nos sitúan en una posición de incomodidad positiva y nos sacan de nuestra zona de confort para observar con mayor atención y encontrar los inevitables paralelismos con nuestra sociedad y el transcurso de la historia durante estos últimos veinte años.
El gusano es, sin duda, una historia muy original y muy bien escrita. Y, aunque yo la recomendaré de forma incansable a todo el mundo, reconozco que se trata de una obra no apta para todos los públicos. Tal vez por ese profundo choque de realidad o, quizá, por la manifestación explícita de algunas escenas que pueden herir algunas sensibilidades para gente poco acostumbrada a lo aconvencional. A mí me ha encantado. Desde las descripciones de esas síntesis, hasta las reflexiones del autor sobre los acontecimientos que se van sucediendo. Y, por supuesto, ese final que, después de todo, resulta de lo más inesperado. Una novela genial.

Víctor Morata (1977) Escritor, autor de «Siervos de la Guadaña» y «La sombra del nagual» (Malas Artes, 2024). Colaborador de la revista digital ZENDA. Finalista del XXIX Domingo Santos de novela y ganador del VII Premio de Relato Yoescribo. Co-director y presentador del podcast FICCIÓPATAS.