BOSQUE de Lola Llatas / Editorial: OBSCURA / Género: Fantasía oscura / 352 páginas / ISBN: 9788412256772 / 2021
«Hay que estar loco o maldito para adentrarse en el bosque. Candena, una bruja atrapada en su inhóspita oscuridad, lo sabe bien. Incapaz de burlar a los demonios que lo gobiernan, vendió al diablo su única esperanza de ser libre. Ahora, la bruja vive presa de su propio error junto a su estirpe. La familia ha sobrevivido por años aislada, jugando con la magia más tenebrosa, sin saber que no es la espesura que los rodea, sino lo que aguarda más allá, lo que amenazará con destruirlos. Una novela de locura, celos y muerte, cuya prosa se estrangula salvaje entre atroces aquelarres, profanadores de tumbas y almas atormentadas que acechan para caer sobre cualquier incauto que ose adentrarse en la maleza».
Mi primer contacto con la prosa de Lola Llatas fue a través de uno de sus relatos, que analizamos en Ficciópatas. Ya entonces vi el potencial y el atractivo que sus palabras ejercían sobre mí. Después de conocerla en las distancias cortas, me apetecía algo más extenso y, vaya sorpresa la mía, pude hacerme con «Bosque» casi de casualidad (a veces las sincronías suceden). Decir que es una maravilla de libro es quedarse corto. En la editorial la etiquetan como una novela de fantasía, pero yo creo que tiene tantos matices y roza tanto la oscuridad que te hiela la sangre. A mi parecer está más cerca del terror que de la fantasía, aunque esta sea un tanto, como digo, oscura.
Me encanta la forma que tiene Lola Llatas de narrar, de hilar y estructurar cada historia dentro de la gruesa telaraña que conforma la trama general. Es fantástico el modo en que maneja esa urdimbre y mueve los hilos de sus personajes, que, por otra parte, me parecen de lo más sólidos, coherentes e interesantes. Desde la propia Candena, una vieja bruja condenada y maldita, protagonista indiscutible de la historia, hasta el resto de personajes que forman esta historia coral. Me fascinó Orfeo, pero también Borteo y Sefisa me encandilaron. Ahora, el personaje que más me ha mantenido en vilo, además de la propia Candena, ha sido el del Bosque. Y lo pongo con mayúscula porque creo que es el verdadero protagonista de toda esta historia y de todas aquellas que subyacen y no se cuentan. De las que pasaron, pasan y pasaran dentro de sus límites. Porque eso es otra cosa a destacar: la cosmogonía, el imaginario que existe como parte de ese bosque y su importancia, sutil y cada vez más presente a medida que avanza el relato, es muy potente. Brutal.
Sí, hay en esta novela una trama perfectamente estructurada, que salta del pasado al presente y viceversa con una naturalidad pasmosa, sin desvelar demasiado, pero contando lo suficiente para mantenernos enganchados página a página. Las complejidades de esos personajes, la inquina, las envidias y celos, el egoísmo, el modo en que los más íntimos actos influyen en la vida de quienes les rodean… Todo, todo está perfectamente justificado con una lógica y una coherencia aplastantes. Y, por supuesto, hay muchísimos giros inesperados que te dejan con una mueca torcida y el ceño fruncido, preguntándote cómo ha podido pasar algo así a sabiendas de que no había otro modo mejor y más acertado de que sucediese lo que, tarde o temprano, debía.
En definitiva, creo que Lola Llatas ha ganado un fiel seguidor de sus letras conmigo. Me ha cautivado con su historia, pero, sobre todo, me ha deslumbrado con su magnífica narrativa. Un estilo envidiable, desde luego. «Bosque» es una novela que no dejaré de recomendar.
Víctor Morata (1977) Escritor, autor de «Siervos de la Guadaña» y «Tierra». Finalista del XXIX Domingo Santos de novela. Co-director del podcast «Ficciópatas».