SOLO LOS VIVOS PERDONAN de Ismael Martínez Biurrun / Editorial: Aristas Martínez / Colección: Pulpas / Género: Narrativa / 320 páginas / ISBN: 9788412435320 / 2022
Esta es una de esas obras que se leen de una tacada. Yo no sé si el autor, el pamplonés Ismael Martínez Biurrun, la concibió como una novela de terror o si fue el fruto de una mezcolanza de intenciones. Solo los vivos perdonan no da miedo per se, al menos no ese tipo de miedo visceral y tangencial que podría suponérsele al autor. Es una lectura inquietante y turbadora, eso sí, con muchos matices de género, pero no es una novela de terror. A mí me ha gustado mucho, lo he pasado realmente mal en algunos tramos de la historia, en otros me he reído por no llorar, y en todos he disfrutado de una prosa ágil y solvente.
En Solo los vivos perdonan se entremezclan las vidas de varios personajes, en el presente y en el pasado: un desmotivado paleontólogo director de un museo en horas bajas, una madre soltera cuyo hijo está gravemente enfermo y un peculiar cazador de tesoros buscando el perdón por un pasado que no puede olvidar. A priori ninguno tiene nada que ver con el otro, pero pronto nos damos cuenta de que eso no es verdad. El encadenamiento de unos sucesos aparentemente casuales hace que algo se quiebre en el alma de cada uno de ellos. ¿El destino quizá?
En los personajes, la realidad más mundana se confunde con las alucinaciones mas perversas, y el pasado se retuerce en el presente haciendo que la culpa y el remordimiento campe a sus anchas en todo momento por toda la historia. No quiero desvelar nada sustancial de la trama (para no restar quilates a la curiosidad de los potenciales lectores -que espero sean muchísimos-), pero diré que todos y cada uno de los actores principales de esta novela, a excepción del pobre niño, tienen la pesada losa de la culpa a sus espaldas, y que solo uno de ellos, el cazatesoros, quizá no merezca que se la quiten.
Solo los vivos perdonan es más que una novela de género, es una obra que tiene mucho de filosófica, muy profunda, realista a la vez que fantástica, intrigante, y con mucho contenido para reflexionar. Y lo más sorprendente de todo, es una novela muy muy muy muy amena, no es nada densa, está escrita, como ya dije antes, con una prosa ágil, divertida, y muy adictiva. Novelón, como diría mi santo padre.
Angie Ballester (Granada – 1970) Librera de corazón y directora de contenidos en la Jungla. Navegando entre estantes, comparte su pasión por los libros con la comunidad lectora.
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