
EL MAGO de John Fowles / Traductor: Enrique Murillo / Editorial: Anagrama / Género: Narrativa / 680 páginas / ISBN: 9788433948090 / 2025
El Mago, de John Fowles, no es una novela al uso. Bueno, es una novela de ficción, sí, pero también es una profunda experiencia literaria, una cita ineludible con la historia de la literatura. No es solo un libro, es un laberinto psicológico orquestado con el propósito de poner en jaque la realidad que percibimos.
El protagonista, Nicholas Urfe, es un arrogante inglés, un joven que, huyendo de una insulsa vida en Londres, acepta ser profesor en una remota isla griega. Pero allí la soledad y el hastío lo consumen… hasta que se topa con Maurice Conchis, un excéntrico millonario que vive recluido en una mansión. A partir de este encuentro, todo en la vida de Nicholas se revoluciona, es absorbido por un juego diseñado precisamente por Conchis tan teatral como perverso. Lo que empieza siendo poco más que una serie de intrigas más o menos inocentes, pronto se convierte en un carrusel vertiginoso. Identidades secretas, escenarios que cambian continuamente, amantes misteriosas y revelaciones, ¡todo eclosiona casi a la locura! John Fowles mezcla diferentes universos literarios, lo hace sin pestañear, y de manera natural, nada forzado. Utiliza elementos de la novela gótica, el thriller y el drama erótico; nos sumerge en un universo de simulacros, donde nada es lo que parece, cada rostro es una máscara y cada evento, una puesta en escena. Claro que si me pidieran resumir esta obra en una sola frase, yo diría la siguiente: «El Mago, es un desafío al concepto del destino». Conchis, el «Mago», es un personaje que maneja los hilos de la vida de Nicholas, que lo fuerza a enfrentar sus miedos, su ego y su superficialidad. Pero, entonces, ¿es Conchis un iluminado?, ¿un psicópata?, ¿o quizá un psiquiatra? El autor no nos responde a esas cuestiones. Él se limita a invitarnos a reflexionar. Nos pregunta, de una manera sutil, si nuestras vidas son producto de nuestras propias decisiones, o si estamos a merced de fuerzas, o «magos», que han controlado y controlan todo nuestro recorrido vital. La novela te obliga a preguntarte a ti mismo cuánto de nuestra vida es actuado y cuánto es auténtico.
El desenlace no te da un final clásico, a la usanza de los cánones establecidos; nada de clausuras cómodas. Fowles es muy hábil: sí, al final te suelta el «por qué» de todo ese macabro juego de Conchis, el motivo que hay detrás de ese teatro cruel, pero la resolución emocional y existencial de Nicholas es una ambigüedad sublime que deja en el aire. Se entiende perfectamente la mecánica de la trampa, por supuesto, pero el verdadero misterio, lo que verdaderamente queremos saber, el qué pasó en el alma del prota, y la gente que lo rodea, se queda ahí, suspendido en la absoluta ignorancia, como si tal cosa.
Para mí es el final perfecto, un cierre que resulta tan frustrante como impecable; refleja tal cual la incertidumbre de la vida misma.

Juanjo Melgarejo (Torrevieja – 1990) Corrector de profesión. Lector empedernido, guarda en su cajón varias novelas, anhelando que algún día vean la luz.
