14 de mayo de 2025

LO QUE OCULTA LA NOCHE de May R. Ayamonte / Editorial: Contraluz // Género: Narrativa / 459 páginas / ISBN: 9788419822604 / 2025

Podríamos decir que la novela de May R. Ayamonte, Lo que oculta la noche, está embadurnada de una realidad histórica con toques místicos y sobrenaturales, pero que late con una sensibilidad social siempre visible. Al parecer la obra está inspirada en un hecho real, y debo decir que la novela más allá de su propuesta argumental —una investigación policial teñida de brumas religiosas y secretos familiares—, destaca por la forma en que su autora convierte esa historia en una experiencia emocional o casi atmosférica.

La estructura dual de la novela —La Habana, 1987 / Granada, 1990— permite un juego temporal que enriquece la tensión narrativa. Los capítulos casi se alternan como piezas de un rompecabezas mucho más completo que va revelando un contorno, lentamente, jugando siempre entre lo visible y lo oculto. Hay una fragmentación que no cae en el caos; al contrario, se sostiene muy bien. Las mujeres en la obra son como motores de una transformación silenciosa. Dolores García y Polet Hatero, las dos figuras centrales de la trama, no podrían ser más distintas en lo aparente, pero ambas encarnan con fuerza la búsqueda de sentido en un mundo marcado por estructuras opresivas: una, desde la huida hacia el deseo; la otra, desde el enfrentamiento a lo inexplicable. La voz narrativa me ha parecido sobria, pero no exenta de lirismo. El retrato literario que se captura de Dolores, por ejemplo, se aprecia una cadencia que bordea lo poético pero que nunca se desprende de lo concreto. El lenguaje tiene una sencillez trabajada que permite una inmersión directa en el mundo emocional de los personajes. La autora logra que los gestos más cotidianos estén cargados de un simbolismo sutil, pero persistente. Hay una atención al detalle que evidencia tanto sensibilidad estética como compromiso narrativo. Sin duda, para mí, uno de los grandes logros de la novela es la ambientación. La noche aquí es territorio de secretos, de decisiones límite, de revelaciones y pérdidas. La prosa, sin ser recargada, acompaña este descenso a lo incierto; se siente el calor húmedo de La Habana, la tensión eléctrica de Granada. A los personajes quizá le faltarían un pelín de complejidad psicológica pero están delineados con claridad y humanidad. La autora no fuerza el drama: deja que surja desde los silencios, las dudas, los gestos mínimos.

Lo que oculta la noche no es una obra que pretenda reinventar el género, pero sí lo habita con inteligencia y bastante oficio, la verdad. Es una novela que entretiene, sí.

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