28 de septiembre de 2025

PARTITURA PARA UN BÚCARO de María Dolores Fernandez Cros / Editorial: Ediciones Oblivium /Género: Poesía / 65 páginas / ISBN: 9788418813771 / 2024

Partitura para un búcaro es un poemario denso y liviano a la vez, muy intenso, existencial. Su título, está cargado de intención —una partitura, lenguaje reglado y culto de la música, frente a un búcaro, un objeto frágil, quizá atemporal, de lo más doméstico—, anuncia el constante enfrentamiento entre la estructura y el desborde, entre lo íntimo y lo universal, entre el cuerpo y el lenguaje. La obra se divide en dos partes: Primer movimiento y Segundo movimiento, que responden a una transformación en la dirección de la voz poética.
El Primer movimiento es el yo fragmentado ante el mundo. Aquí, la poética se presenta como un ser errante, ambiguo, casi anfibio, un ser atrapado entre el deseo de sentido y la imposibilidad de alcanzarlo. Los poemas están construidos con imágenes de una gran fuerza simbólica: animales, astros, órganos, tierra, agua, huesos, verbos…

La identidad se muestra claramente como algo descompuesto, líquido, que no puede quedarse fija en una realidad tangible. El lenguaje aparece como intento y fracaso, es un medio tan necesario como limitado para decirse, para salvarse.


El cuerpo es herido, dudoso, unas veces casi vegetal, otras mineral, siempre lleno de incertidumbre sobre su origen. La idea de muerte no aparece como fin, lo hace como sombra constante, como la posibilidad que da forma a la existencia.
El Segundo movimiento es el amor como ruina y esperanza. En esta segunda parte del poemario, el eje vira hacia otros derroteros: aparece el , el otro, el interlocutor amoroso. Pero esta no es una figura de redención, es espacio de desgarro. El amor se vive como una experiencia intensa y dolorosa, que transforma, que deja marcas, que irremediablemente se convierte en memoria incomunicable.


«te cubriré de nombres hasta que dé contigo»


La ruptura se dimensiona de una manera doméstica y también física: el amor se mide en tostadores, mantas, fotografías, mesas, sofás… Los objetos terminan convirtiéndose en reliquias o pruebas arqueológicas de una intimidad que ya está perdida para siempre.


«la translación del tostador a otra cocina
y no por arte de magia»


El lenguaje intenta salvar la memoria de lo amado, seguir nombrando lo que ya no está. La repetición de imágenes como la pequeña boa constrictor o las flores moradas en pleno invierno condensan la tensión entre lo irreal y lo profundamente vivido, entre la experiencia interior y su negación por parte del otro.


Partitura para un búcaro está escrito desde el borde mismo del lenguaje y de la emoción. María Dolores Fernández Cros construye un universo poético en el que ser mujer, ser cuerpo, ser palabra y ser memoria son procesos inseparables y a veces imposibles en sí mismos. Su escritura es radical en el mejor sentido: no hay concesiones, no hay frases vacías, no hay adornos. Todo es materia de pensamiento, de sangre y de hueso. Es una poesía que exige, por parte de quien la lee, atención y sumisión: no se deja reducir ni simplificar. Esta partitura debe ser leída como melodía imperfecta, como una sucesión de quiebres, de respiraciones irregulares. Intentos por sostenerse en el lenguaje como quien se sostiene en el quicio de un abismo.

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