11 de octubre de 2024
La jungla (1943) Aguada sobre papel montado en lienzo 239 X 230 cm Museo de Arte Moderno, Nueva York

Es una obra fascinante y enigmática. Wifredo Lam plasma un grupo de criaturas fantásticas, nacidas de las profundidades de su mente, que se reúnen al borde de una jungla exuberante. Estas figuras, con sus miembros alargados y delgados, parecen entrelazarse en una danza casi hipnótica, fusionándose unas con otras en una visión que desafía las fronteras entre lo humano y lo bestial. La selva, con su misterio impenetrable, se convierte en el escenario ideal para estas entidades, que parecen haber surgido de un sueño febril o de una visión alucinante. Los seres que habitan en este mundo creado por Lam poseen formas indefinidas, sus cuerpos verdosos se difuminan en la penumbra, mientras que sus cabezas evocan máscaras tribales, cargadas de una presencia casi espiritual. Esta obra, que ha llegado a ser la más icónica de su carrera, es un testimonio del genio creativo de Lam y de su habilidad para entrelazar elementos culturales de diversas procedencias. En ella, se observa una fusión magistral de influencias sudamericanas, africanas y oceánicas, reinterpretadas a través del prisma del modernismo europeo.

Wifredo Lam (Sagua La Grande, Cuba, 1902 — 1982, París, Francia), conocido por su uso recurrente de tótems y símbolos de la selva, incorpora en su arte referencias al vudú, al folclore y a una mitología personal que evoca un vivero de frutos prohibidos con tintes cubanos. Esta amalgama de influencias se transforma en una obra que no solo desafía la razón, sino que también invita a sumergirse en un mundo donde los límites entre lo real y lo imaginario se desvanecen. Su relación con los surrealistas fue fundamental para su desarrollo artístico, ya que estos le alentaron a explorar los recovecos más profundos e irracionales de su inconsciente, a dar forma a imágenes oníricas y perturbadoras que desafían la lógica convencional. Tanto Lam como su amigo y colega Pablo Picasso encontraron en la escultura africana y oceánica una fuente inagotable de inspiración, que les permitió romper con las tradiciones artísticas occidentales y explorar nuevas formas de expresión. En esta obra, Lam no solo se inspira en esas fuentes, sino que las transforma y las reinventa, creando un lenguaje visual único que continúa fascinando y desconcertando al espectador.

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