Drácula ilustrado

Drácula - Bram StokerLuis Alberto de Cuenca cuenta en el prólogo que Bram Stoker (Clontarf, Irlanda, 1847 – Londres, 1912) confesó a su hijo que la idea de crear al rey de los vampiros le vino tras una indigestión de marisco.  Quizá esa es la causa, yo que conozco de primera mano los efectos de una inoportuna indigestión, por la que el novelista irlandés impregnó de un inquietante desasosiego cada uno de los fragmentos de diarios, cartas y recortes de periódicos que utilizó para estructurar y componer su obra; se leen como si de espasmos se tratara.

Publicada en 1897, el libro compendie de alguna manera el mito original y real del vampiro en el del conde Drácula, con tal fuerza poética que el inmortal señor de las tinieblas es encumbrado como el más popular y revisado de todos los grandes mitos universales creados por la literatura. Drácula es la obra maestra de la literatura fantástica, la madre de todas las novelas de vampiros que después vinieron, aunque no fuera la primera que se escribió sobre ese tema, sí ha sido la más leída y reverenciada con diferencia. Todos nosotros, en mayor o menor medida, hemos visto alguna que otra película sobre el libro, o hemos disfrutado de muchas de las versiones en cómic del mismo. Pero a mi entender, dentro de este universo editorial que rodea a la figura legendaria de Drácula, faltaba una edición ilustrada que dignificara con honores la obra máxima de Stoker. Yo no conozco artista (a lo mejor el coreano Jae Lee pudiera estar a la altura) que haya pigmentado los sentimientos del Conde Drácula, y la de sus cazadores, mejor que Fernando Vicente (Madrid, 1963). Las ilustraciones en esta edición de la Editorial Reino de Cordelia, son acertadísimas, bellísimas; se puede seguir paso a paso la evolución de la historia, toda pasión amorosa rezuma en los dibujos, así como el mal emanando en el ambiente, los paisajes victorianos y los terrores impregnados en la lectura. 

Un libro para regalar y regalarse.

Jesús Cuenca Torres

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DRÁCULA de Bram Stoker / Título original: DRACULA / Traducción: Juan Antonio Molina Foix / Ilustraciones: Fernando Vicente / Prólogo: Luis Alberto de Cuenca / Editorial: Reino de Cordelia / Género: Narrativa / 544 páginas / ISBN: 9788415973362 / 2014

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Autorregalo

OTTAWA_STREETS_12_GLADSTONE_AVEEn un día como hoy, víspera de Reyes, uno se plantea  qué le gustaría realmente recibir como premio a todo un año de buena persona. Sí, digo realmente porque en las inevitables cartas o listas, quien más quien menos, se corta. Sea por importe, por extravagancia o por dificultad de conseguir ese objeto concreto, acabamos por no incluirlo. Metidos en la vorágine de la compra de  los regalos de los demás que hemos dejado, para variar, para última hora, la cartera empieza a moverse con más alegría de la debida. En ese punto y, si no estamos ya asfixiados, nos sorprendemos buscando cosas que no son para nadie sino que despiertan nuestro interés y, poco a poco nos vamos calentando. rko patheSi damos con algo que nos apasiona, buscamos un motivo, banal generalmente, para perdonarnos el impulso y… ¡zas! Ya está pagado. Ahora, para disimular y que cante lo  menos posible, tenemos que colarlo entre el resto  de paquetes con nuestro nombre como destinatario. Seguro que nos desenmascaran pero, entretanto, seguimos engañándonos. En febrero cuando llegue el pago de Visa, lamentaremos el arranque «Tío Gilito» del día 5 pero hasta ahí, disfrutémoslo.

No se puede aún, salvo en las campañas de marketing, comprar cajas de esperanza y alegría o botellas de felicidad. De hecho, si se pudiera, la perversa lógica de nuestro sistema las haría inalcanzables para los que las necesitan casi con desesperación. Podemos inventarnos, eso sí,  nuestras propias soluciones que no tienen por qué ser raras o caras. A veces, aquello que nos arranca una sonrisa y un momento de felicidad va envuelto en la sencillez de lo cotidiano. Sólo hay que estar en condiciones de saber apreciarlo. Un paseo, una canción a la que dedicamos la atención que merece o una buena charla pueden ser muy terapéuticas y no tienen precio.

TaylorshampooLuego está el Tiempo. Sí, con mayúscula. Es finito y no tenemos control ni poder sobre él. Muchas de las angustias vitales vienen por su escasez y por la sensación de que se nos escapa como la arena entre los dedos, sin saber cuánto nos queda dentro del puño. Lo que sí podemos hacer es gestionarlo y adecuarlo para disfrutarlo mejor. Todos tenemos cargas y obligaciones que nos comen gran parte de ese pastel cuyo tamaño es una incógnita y del que no tenemos certeza de la porción consumida. Buscando y teniendo claro lo que para cada cual es gratificante, siempre hay formas de organizarse para dedicarnos un espacio hedonista del que gozar o compartir. Unos corren, nadan o van en bici; otros leemos, escuchamos música, vemos películas, pintamos un trozo de cuadro que nunca acabamos… Los hay superdotados que consiguen hacer casi de todo o, mejor dicho, y por aquello de la gestión, se han planificado mejor y han encontrado la proporción adecuada para cada cosa.

En definitiva, los autorregalos pueden ser muy diversos y no tienen por qué estar centrados en un solo día. Disfrutemos lo que podamos, que eso llevaremos por delante.

Fin de la homilía, os aseguro que ha sido involuntaria…

José A. Valverde

Novedades 2015: Semana 1 (Enero)

PARA ACABAR CON TODAS LAS GUERRAS

Para muchos de los que la impulsaron, como el presidente estadounidense Woodrow Wilson, la Primera Guerra Mundial era la guerra que tenía que acabar con todas las guerras, la confrontación armada que debía evitar que una carnicería semejante, con millones de muertos en todo el mundo, desproporcionada incluso un siglo después de su estallido, volviera a repetirse. Está claro que no fue así. Y solo unos pocos supieron verlo entonces. De todos ellos habla Adam Hochschild en este libro.

ADAM HOCHSCHILD / ATALAYA, 2015 / 624 Páginas / ISBN 9788499423784

NO TAN ELEMENTAL

Estimado lector. Observe a su alrededor. ¿Qué es lo que ve? Probablemente nada resaltable. Una imagen cotidiana, trivialidades, insignificancias. Una estampa costumbrista. Ahora póngase en la piel de Sherlock Holmes, el maestro de la deducción, el más hábil de los investigadores, un precursor de la semiótica, del método científico, de disciplinas como la criptografía, la medicina y la hipnosis.

DANIEL TUBAU / ARIEL, 2015 / 300 Páginas / ISBN  9788434419032

CONTRA LA FUERZA DEL VIENTO

Inglaterra, 1905. Han pasado unos años desde los acontecimientos narrados en Tu nombre después de la lluvia y la vida ha sido generosa con el equipo del periódico Dreaming Spires. Nada parece poder perturbar su tranquilidad, pero a finales de mayo los tres amigos reciben la visita de la bella y misteriosa señorita Stirling, que luce sus mejores galas y acude a la ciudad con una tentadora oferta para ellos.

VICTORIA ÁLVAREZ / LUMEN, 2015 / 528 Páginas / ISBN 9788426401526

LA HIPÓTESIS DEL MAL

No conoces el miedo hasta que no oyes a alguien tosiendo debajo de tu cama. Mila Vázquez sabe ver donde otros no suelen prestar atención. Por eso, dentro del cuerpo de policía, escogió como destino el Limbo: la oficina de personas desaparecidas. Todo empieza con un asesinato. Un hombre mata a toda la familia de un conocido empresario, excepto a su hijo menor: Roger Valin, quien desapareció una mañana sin dejar rastro y ahora, diecisiete años después, todo parece indicar que ha regresado convertido en un asesino en masa. Pero no es el único: él es el primero de una serie de antiguos desaparecidos que están volviendo para cometer crímenes atroces.

DONATO CARRISI / PLANETA, 2015 / 496 Páginas / ISBN 9788408135869

Crema de mango sobre sopa de chocolate blanco y nougatine de pistacho

Crema de mango

Ingredientes (6 personas):

Para la sopa de chocolate blanco:

135 gr. chocolate blanco

100 gr. nata líquida para cocinar

35 gr. leche

1 ramita de hierbabuena

Para la crema de mango:

1 o 2 mangos grandes maduros: 750 gramos de mango pelado y deshuesado

15 ml. azúcar (1 cucharada)

15 ml. brandy calentado y flambeado para eliminar alcohol

1 pizca de jengibre en polvo

50 ml. zumo de lima

180 ml. nata líquida para cocinar

Para el nougatine de pistacho:

100 gr. azúcar

100 gr. pistacho

1 cucharadita mantequilla

1/2 limón (jugo)

Primero preparamos la sopa de chocolate. En un cazo mezclamos la nata con la leche y lo ponemos al fuego con la ramita de hierbabuena. Cuando hierva, retiramos la hierbabuena y apartamos el cazo del fuego. Añadimos entonces el chocolate blanco troceado para que disuelva mejor y removemos hasta su total disolución. Una vez disuelto el chocolate, enfriamos la crema resultante con un baño maría frío, poniendo la crema en un bol sobre un recipiente con agua e hielo y sin dejar de remover hasta que enfríe del todo; de ese modo evitaremos que se formen grumos. Luego cubrimos con film transparente y reservamos en la nevera hasta su utilización.

La crema de mango se prepara en frío y es un proceso muy sencillo. Se pela el mango y se corta en trocitos muy pequeños. Se coloca en un bol con el azúcar, el brandy, el jengibre y el zumo de lima. Se deja reposar de 30 minutos a una hora y luego se tritura fino con la batidora. Se añade la nata y se mezcla bien. Se deja enfriar en la nevera hasta el momento de su utilización.

Para el nougatine, que viene siendo una especie de guirlache, se pelan los pistachos y se trituran tan fino como se pueda. Mientras, en una olla se pone al fuego el azúcar con el zumo de limón. Cuando el azúcar comience a derretirse, se mezcla con una cuchara de madera. Una vez totalmente derretida, se le añade la mantequilla al azúcar y se remueve sin parar. Luego se agregan los pistachos triturados hasta que se forme una pasta densa. Retiramos del fuego y vertemos la mezcla sobre papel vegetal. Para estirarla y hacer una pasta lo más fina posible, yo recomiendo poner otro papel vegetal sobre el nougatine y pasar el rodillo hasta conseguir la delgadez deseada. Se deja enfriar y luego se corta al gusto para decorar la crema.

Llegados a este paso y con todo preparado, se vierte en un vaso mediano una tercera parte de sopa de chocolate blanco y dos de crema de mango. Luego se le añade el trocito de nougatine de pistacho y ¡listo para tomar! Un postre fresco y delicioso.

Nota: esta receta es fantástica porque admite variaciones al gusto. Los pistachos se pueden sustituir por cualquier otro fruto seco, del mismo modo que el chocolate se puede sustituir por fondant negro y el mango por cualquier otra fruta de similar textura como, por ejemplo, melocotón. Una receta a medida del comensal porque, para gustos, los sabores. 

Víctor Morata Cortado