«Por segunda vez, estoy al borde de la confesión: vale más que me decida enseguida y con toda sencillez. Mis hermanas, lo sé, tenían amigas que convivían familiarmente con nosotros y de las que me sentía casi hermano. Por lo tanto, nada parecía impedir que yo me enamorase de alguna de aquellas jóvenes y quizás tú misma encuentres singular que no fuera así. Justamente, era imposible. Una intimidad tan familiar, tan reposada, apartaba de mí la curiosidad y la inquietud del deseo, suponiendo que yo hubiera sido capaz de sentirlo. No creo que la palabra veneración sea excesiva cuando me refiero a una mujer buena. Lo creo cada vez menos; sospechaba ya entonces (incluso exagerándolo) lo que tienen de brutal los gestos físicos del amor y me hubiera repugnado unir aquellas imágenes de vida doméstica, razonable, perfectamente austera y pura a otras ideas más apasionadas. No se siente pasión por lo que se respeta ni quizás por lo que se ama. Sobre todo, no se enamora uno de quien se le parece y yo no difería mucho de las mujeres. Tu mérito, amiga mía no está sólo en poder comprenderlo todo, sino en comprenderlo antes de habértelo dicho. Mónica ¿me entiendes? ».
Alexis o el tratado del inútil combate (Marguerite Yourcenar, 1929)
Marguerite Yourcenar, (Bruselas, Bélgica, 1903-Maine, EE.UU., 1987) es el seudónimo de la escritora francesa de origen belga Marguerite Cleenewerck de Crayencour. Tras estudiar en Francia e Inglaterra, y vivir en varios países europeos, estableció su residencia definitiva en EE.UU. en 1950. Considerada una de las plumas más dotadas de la literatura francesa contemporánea, fue la primera mujer en ser elegida miembro de la Academia Francesa (1980). La principal característica de su escritura es el estilo preciso y el lenguaje denso, culto y reflexivo, predominando en su obra una meditada y personal visión de la problemática humana contemporánea, centrándose en los temas polémicos de la época que le tocó vivir, como la homosexualidad, la androginia, el poder, etc.. De todo su catálogo destacan las novelas Alexis o el tratado del inútil combate (1929), El tiro de gracia (1939), Memorias de Adriano (1951), y Opus nigrum (1968); el libro de relatos Cuentos orientales (1938); los poemas recogidos en Fuegos (936) y Las caridades de Alcipo (1956); textos teatrales como Electra o la caída de las máscaras (1954), amén de la trilogía autobiográfica El laberinto del mundo (1973-1988), y varias traducciones del griego y el latín.
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