Rosa Villalejos 
En la icónica obra La canción del pueblo, Emilio Pettoruti nos ofrece mucho más que una simple representación de tres músicos de tango en un entorno urbano. Esta pieza, cargada de simbolismo, se erige como un emblema de la identidad cultural que el artista esculpe a través de su singular lenguaje visual. El tango, con su profunda riqueza de tradiciones y resonancias, se convierte en un vehículo a través del cual Pettoruti articula una vanguardia artística que, lejos de ser limitada por las fronteras geográficas, se nutre de una diversidad de raíces culturales.
Emilio Pettoruti ocupa un lugar central en la historia del arte moderno argentino, destacándose por una audaz fusión de influencias y un enfoque cosmopolita que desafió las normas artísticas de su tiempo. Nacido de una familia de inmigrantes italianos, su formación en Florencia a comienzos del siglo XX lo puso en contacto directo con el legado del renacimiento italiano, mientras se empapaba de las vanguardias europeas que en ese momento revolucionaban el panorama artístico. Al regresar a Argentina en 1924, Pettoruti se convierte en un puente vital entre las corrientes artísticas europeas y la vibrante escena cultural latinoamericana. Su estilo, profundamente influenciado por su estudio del Quattrocento y su interacción con futuristas y cubistas franceses, evolucionó hacia una síntesis pictórica única. Aunque nunca se alineó formalmente con ningún movimiento europeo, la impronta del cubismo sintético es inconfundible en su obra, donde las figuras y escenas emergen de complejas facetas geométricas y audaces juegos cromáticos. A partir de mediados de la década de 1920, su obra empieza a reflejar una temática más profundamente arraigada en la cultura argentina, como se manifiesta en La canción del pueblo. La trayectoria de Pettoruti no solo ilustra la de un artista que desafía y trasciende fronteras, sino la de un visionario que redefine la modernidad desde una perspectiva global, tejiendo lo local y lo universal en un discurso visual que sigue resonando poderosamente en la actualidad.
Rosa Villalejos. Filóloga clásica y crítica de arte. Explora la esencia de la antigüedad y la creatividad contemporánea con idéntica pasión.
