Corazón de marfil

«El enfrentamiento sobre el tablero de un campeón mundial de ajedrez con un hombre casi moribundo que, tras verse acorralado, acaba dándole jaque mate al campeón en un giro demencial de la partida. El campeón, que ignora dónde ha jugado (lo han llevado con los ojos vendados) recibe un cheque millonario por sus servicios. Corazón de marfil despierta ecos (servata distantia) de los inquietantes y atmosféricos relatos de Steven Millhauser, y también del mundo oscuro y peligroso de Blade Runner.»

Luis Manuel Ruiz es un autor al que hay que conocerle muy bien para poder clasificarlo. Y lo digo con conocimiento de causa, porque este autor sevillano es casi inclasificable, literariamente hablando por supuesto. Algunas de sus primeras obras son bastante complicadas de entender, novelas de intriga donde el presente es la clave para resolver un misterio que surge del pasado y con un gravamen cultural altamente histórico; la saga del profesor Fo ambientada hace un siglo, una suerte de individuo un tanto ridículo (a lo Mortadelo y Filemón) pero muy capacitado científicamente que, en clave de humor, resuelve misterios… y ahora Corazón de marfil, una obra diametralmente distinto a todo lo escrito anteriormente (al menos lo leído por mí).

Corazón de marfil es ante todo una obra de ciencia ficción. El libro en sí es un homenaje a las leyendas, mitos e historias que rodean el mundo del ajedrez, pero tranquilos, no hace falta ser ningún experto en la materia para entender la historia, aunque si os gusta el ajedrez y toda su idiosincrasia probablemente lo disfrutaréis mucho más. La trama arranca cuando un campeón de ajedrez es invitado, previo pago de una suma desorbitante, a jugar una partida contra un anciano moribundo, y pierde. A partir de entonces la novela se bifurca por derroteros donde la manipulación genética es clave para entender el transcurso de la historia. La exploración del pensamiento, entendido esto como algo humano, nos hará cuestionar la naturaleza de la existencia. El mundo es mucho más que una partida de ajedrez, donde buenos y malos, piezas blancas y negras, se mueven en un tablero inmenso y universal, para comerse unos a otros.

La nueva novela de Luis Manuel Ruiz es original, está muy bien escrita, y aunque no es una de mis preferidas del autor, es muy muy recomendable para pasar un buen rato de lectura.

Aurelio R. Silvano