La sospecha

La Sospecha es la tercera novela protagonizada por Kate Waters, una veterana periodista británica del sensacionalista Daily Herald, una suerte de investigadora tenaz y un poco desvergonzada a la que no le tiembla la pluma si con ello consigue lo que quiere. En esta ocasión la periodista investiga la desaparición de dos jóvenes británicas que se esfuman en Tailandia durante un año sabático. La desaparición de las jóvenes atrae desde el primer momento la atención de todos los medios, y es esto lo que cautiva principalmente a Kate, la posibilidad de ser ella el foco de atención internacional, al conseguir esclarecer lo que realmente ha pasado con las dos británicas. Sin embargo, la periodista a medida de que se van conociendo más detalles de la investigación, más se preocupa por el paradero y la situación de su propio hijo, al que hace mucho tiempo que no ve, y el cual abandonó la universidad dos años atrás para irse a Phuket, una de las zonas más turísticas de Tailandia.

La trama está muy bien estructurada, no pierde en ningún momento el pulso con el misterio. Los personajes tienen una fuerza tan realista que es difícil no emocionarse con lo que les pasa. La historia es muy turbadora y muy profunda en realidad, narra el viaje transcendental de unas jóvenes que buscan su propia independencia espiritual y vital en una aventura que termina de manera trágica. El hecho de que la novela esté narrada desde cuatro focos distintos (la periodista, el policía que investiga la desaparición, una de las dos madres de las jóvenes, y una de las desaparecidas) le da a la narración carácter, proporcionando al lector una información privilegiada de todo el caso. El libro es tremendamente realista, o al menos a mí me lo ha parecido, y creo que eso se debe principalmente al pasado como reportera de la autora; la descripción de los procesos forenses y policiales rezuman verosimilitud.

Es el primer libro que me leo de Fiona Barton, un poco espoleada por las buenas críticas de sus anteriores obras, y puedo afirmar que La sospecha no será la última obra que lea de la autora británica.

Adoración Negre Pujol