«1888. Ric-Ric es un pobre diablo, un anarquista desarrapado que no encuentra otro sitio donde caerse muerto que una cueva perdida del Pirineo catalán. En esa zona, vía de paso para contrabandistas y malhechores, descubre por azar un género de setas ignorado por la civilización: los fungus, unos gigantescos hongos antropomórficos a los que Ric-Ric accidentalmente trae a la vida.
Maravillado por las extraordinarias habilidades de los fungus y su sentido de comunidad, Ric-Ric ve en ellos el arma definitiva para hacer realidad sus deseos: conquistar a la hermosa Mailís, una femme fatale a su pesar, instaurar una sociedad anarquista de verdadera fraternidad y vengarse de todo aquel que le ha tratado con crueldad, desde la guardia civil hasta el posadero local que se cree amo y señor del lugar. Comandando a los monstruosos fungus, Ric-Ric consigue reunir un invencible ejército con el que va a plantar cara, en batallas épicas y gracias a una singular estrategia militar, a las tropas del ejército español y francés.»
Albert Sánchez Piñol ha regresado al genero fantástico para contarnos un cuento insuflado con demasiado tufo a moralina, donde unos buenos y unos malos luchan por/para el poder. En la narración abunda la ironía y el sarcasmo, y a veces el mal gusto. La historia es originalísima, y a mi entender no creo necesario en la trama ciertas escenas tan macabras, sangrientas y desagradables: en vez de sumar resta calidad literaria a la novela.
Fungus nos retrata el poder, la influencia que tiene el liderazgo de unos pocos en los demás. El libro está estructurado como si se tratara de una novela decimonónica, eso me ha gustado mucho, motivaba para seguir leyendo, cada capítulo va precedido de una pequeña descripción a modo de introducción sobre lo que va a suceder a continuación. El personaje principal es un ser despreciable (aunque en algún momento puede resultar entrañable, gana por goleada la sensación de rechazo), aparentemente es un anarquista y básicamente un oportunista. Se hace llamar Ric-Ric y recorre los Pirineos, en el convulso 1888, comandando un ejército de setas gigantes. Y son precisamente estas, las setas gigantes, los fungus, la sal y pimienta de la obra. Las setas, antropomorfas, son de todo menos criaturas dulces, sus instintos primarios son más primarios que los de cualquier otro ser indecente, mucho más que los de los minairons, criaturas del folklore del Pallars y de la zona pirenaica de Cataluña Norte-Occidental, de donde probablemente se haya inspirado el autor para parte de su novela.
Antes de que el lector se tope con los fungus, lo hace con las aventuras y desventuras de una serie de personajes planos sin mucho bagaje en la novela, a excepción de unos pocos que aparecen y desaparecen muy rápido de la trama y qué aportan una explicación interesante a la historia de los fungus. Se me ha quedado corto el mundo creado por Albert Sánchez Piñol, es como si no hubiese sido capaz de plasmar todo lo que tenía en mente, o como si un pintor descartase hacer los retratos a sus modelos teniéndolos enfrente y decidiese hacerlos basándose en el reflejo de sus imágenes en un espejo con vaho. Me ha faltado sencillez (bien trabajada) a la fantasía. Demasiadas disertaciones sobre el poder y el origen del mismo sin el poso de naturalidad que tienen los buenos relatos. ¿Pretencioso?
Para mí el final del libro es lo más redondo de la novela, los personajes me han parecido, en general, poco convincentes y el desarrollo de la trama bastante irregular. No convence, no entusiasma, pero, sin embargo, se deja leer.
Maxi Sabela Tornés
FUNGUS. EL REY DE LOS PIRINEOS de Albert Sánchez Piñol / Editorial: Alfaguara / Género: Novela / 414 páginas / ISBN: 9788420435459 / 2019