
Tommaso di Ser Giovanni di Mone Cassai, más conocido como Masaccio (San Giovanni Valdarno, Arezzo, Italia, 1401–1428 Roma, Italia) es quizá el pintor florentino más importante del siglo XV. Él fue el principal desarrollador de la perspectiva y ejerció una gran influencia en los artistas posteriores a él. Durante su corta vida, el genio fue un pionero en la configuración escénica pictórica, era muy original para su época, capaz de plasmar todo el drama de un suceso por medio de una mirada o de un gesto revelador, sus trazos trasmiten fuerza, y su técnica de mínimos es capaz de reflejar una sensación de luz y espacio muy realista.
Masaccio consigue con el manejo de la luz la corporeidad en las figuras y una perspectiva ambiental netamente física y realista. El contexto, o el argumento artístico, entra a formar parte en la obra como un elemento fundamental en el realismo, para darle cuerpo y esencia al arte. Todo ello lo realiza Masaccio gracias a que conoce y aplica las reglas de la perspectiva científica, distribuye las escenas de un mismo episodio, que pueden ser varias al mismo tiempo, en una sola dirección, haciendo que la acción se englobe en un solo argumento, nada visto hasta entonces.

El arco abovedado de La Santísima Trinidad es un ejemplo perfecto de la perspectiva lineal que desarrolló Masaccio y que tanto fascinó a los artistas flamencos de la época. Si nos fijamos bien, vemos que todas las líneas visuales de la escena confluyen en un solo punto, como los carriles de una vía férrea que convergen hasta perderse en el horizonte. Los arcos, las columnas y las pilastras muestran el restaurado interés de la época por el arte clásico. Las figuras se muestran como presencias reales y físicas, con una solidez y naturalidad en los trazos que no existían en la pintura antes del artista italiano.
De Cebrián e Illescas