Hay muchos autores –muchísimos más bien– que tengo pospuestos en el cajón de los deseos. Uno de ellos era Salman Rushdie y, aunque quizá debí haber empezado por su archifamoso Versos satánicos, lo hice por el que más me llamó la atención de aquellos que había disponibles en la estantería de la librería donde me hice con él. Debo el empujón de decidirme a leer a Rushdie a alguien que conoce bien sus letras y las admira y, aunque él mismo me dijo que tal vez este no era el mejor libro para introducirse en su obra, también me dijo que se trata de un autor que rara vez defrauda. En cualquier caso, su recomendación nació desde el nexo que nos une –la gran cantidad de autores favoritos en común– y del deseo de que disfrutara de aquellas obras y autores cuyo descubrimiento a él le hizo disfrutar. Porque no hay nada mejor que dejarse llevar por la pasión lectora y recomendar algo con el fin de llevar a quienes queremos y apreciamos a esos sitios agradables, a esos mundos que nos hicieron soñar entre las páginas de un buen libro que previamente nosotros descubrimos.
Dos años, ocho meses y veintiocho noches son exactamente mil y una noches y, ya en el título y en la forma de ofrecernos esa simbólica cifra, se aprecia cierta magia. En parte, si elegí este libro y no otro de los disponibles fue por esa misma magia que prometía la sinopsis, en la cual advertía de la aparición de superhéroes y también de yinnis.
Salman Rushdie nos narra la historia desde la perspectiva de un tiempo pasado, que previsiblemente ubica en nuestra actualidad, durante el cual se libró una encarnizada guerra entre los seres humanos y los yinnis, esos genios que algunas leyendas habían osado atrapar entre las paredes de sus lámparas maravillosas o botellas de cristal esmerilado. El narrador basa su historia en retazos de documentos que han sobrevivido mil años después de la contienda y también en rumores, leyendas y especulaciones.
Salman Rushdie aprovecha, además de para contar una historia fascinante y sumamente original, para hacer una critica velada, pero muy manifiesta, a nuestra sociedad y, más concretamente, a algunos gobiernos restrictivos, rancios, machistas y opresores de este planeta. No da nombres, pero creo que no hace falta, pues su evocación de ciertas culturas hace que ubiquemos claramente en el mapa (o al menos de forma aproximada si no somos unos hachas en Geografía) a que países concretos se refiere cuando da datos sobre su historia reciente y el modo en que la represión y la censura se han hecho con el poder. No es una metáfora, pero funciona como tal en algunos aspectos de la historia que trata de contarnos y que involucra tanto a la sociedad del País de la Hadas donde viven los yinnis como a la nuestra propia.
El primer contacto con la prosa de Rushdie ha sido un tanto complicado hasta que la historia avanzó un poco. Sin embargo, en cuanto me metí en la narración de lleno, el goce fue máximo. Me encantó el modo en que se desenvuelve y lo muestra todo, sus descripciones y la manera en que mezcla ficción y realidad sin que la fantasía se resienta, dando al mismo tiempo una visión crítica de nuestra política y sistema de creencias. Porque establece visiones diametralmente opuestas que en algún punto incluso llegan a cruzarse, lo cual incita a una reflexión más o menos profunda sobre el lugar que habitamos y quienes nos gobiernan. También la religión –o religiones–, se insinúa importante, siendo uno de los aspectos sobre el cual se fundamente la trama y da origen a la primera cuestión filosófica que se plantea y que tiene mucho que ver con Dios y la forma en que la visión y creencia en torno a esta figura puede determinar las acciones individuales y colectivas.
En definitiva, este primer contacto ha sido muy positivo y ha hecho que quiera leer más de este autor al que tenía tantas ganas y no me había atrevido hasta ahora a hincarle el diente. De no haber sido por el buen consejo de Oliver, quizá no lo habría hecho hasta dentro de mucho. Así que, gracias por ello. Me parece que Dos años, ocho meses y veintiocho noches es un magnífico libro y Salman Rushdie un autor en el que merece la pena profundizar en su obra.
Víctor Morata Cortado
NOTABLE
DOS AÑOS, OCHO MESES Y VEINTIOCHO NOCHES de Salman Rushdie / Título original: TWO YEARS, EIGHT MONTHS AND TWENTY-EIGHT NIGHTS / Traducción: Javier Calvo / Editorial: Austral / Colección: Contemporánea ⎜Serie Narrativa / Género: Novela / 400 páginas / ISBN: 9788432232169 / 2015