El bosque profundo

«Espejos turbios, engañosos fuegos fatuos, dríadas que ignoran que lo son, alas que brotan como castigo, llaves que cierran cuerpos, fuentes que engañan con su lumbre, niñas de espinas, deseos cumplidos que llevan a la muerte, gente que no es humana y humanos que no son exactamente gente… Todo tiene cabida en el Bosque Profundo, lugar acaso infinito habitado por todo aquello que vive dentro de nosotros sin que queramos saberlo, y donde no hay nada más aterrador que un «por siempre jamás». Breves relatos oscuros, con un aleteo inquietante, tupidos como la maleza fértil que se retuerce en zarcillos, húmedos como el musgo en que habita el rocío. Fábulas sobre el temblor de la intuición y sobre las pulsiones, culpas y deseos de los que apenas somos conscientes. Tarot de intenciones torcidas, de deseos mortales. Híbridos entre lo poético y lo macabro, estos fragmentos de historias perdidas reptan entre unas páginas que se convierten en bosque negro como la tinta. Cuidado al adentrarse por sus inciertos senderos, en los que cada lector se mirará de frente con todo aquello que teme de sí mismo».

No creo que le sorprenda a nadie que alabe el buen hacer de Sofía Rhei. No creo que, de hecho, a nadie sorprenda que hable fantásticamente de El bosque profundo. ¿Por qué? Porque, sencilla y llanamente, El bosque profundo es una delicia. Una lectura que encierra miles de lecturas posibles, miles de caminos hacia la imaginación despierta y explosiva de su autora.

El bosque profundo no es una novela. Ni tampoco un libro de relatos. Alguien lo bautizaba como fabulario. La creo una acepción acertada. Porque es un libro lleno de fábulas, de cuentos minúsculos que encierran dentro de sí otros cuentos, que esconden una gran historia de la que apenas, como en un iceberg, a veces se intuye la cúspide, la parte que sobresale del agua. Todas esas historias reflejan unas capacidades envidiables, una sabiduría grande y una destreza narrativa superior. Es increíble como, con tan pocas palabras, se puede decir tanto.

Sin embargo, no todo el mérito corresponde a Sofía Rhei. Si bien su prosa es lo que más me ha gustado dentro de esta edición, no podría ser una obra tan redonda y completa, ni ofrecernos tanta magia y maravilla, de no ser por el apoyo que Anna Ribot Urbita ofrece con sus ilustraciones, sencillas a la par que magníficas, coherentes y regias. Gracias a ellas, los textos de Rhei adquieren una dimensión distinta y el trabajo de ambas se manifiesta como un todo uniforme, un único ser mágico preñado de cientos de historias, más si aprendemos a mirar como es debido.

El bosque profundo es un libro para leer una y cien veces, de atrás hacia adelante, escogiendo al azar sus historias o siguiendo un exahustivo orden. Da igual. Sea como fuere, es una lectura enriquecedora que refleja muchos mundos y universos, que despierta nuestra parte dormida y nos invita a soñar y asomarnos detrás de ese velo que la autora sólo descorre un poco. Es precioso saber que nuestra literatura fantástica cuenta con un portento de las letras como Sofía Rhei, porque de su mano han salido y van a salir grandes historias y van a colmar con su imaginario las mentes y los sueños de muchos huérfanos de buenas leyendas.

¿Que si me ha gustado El bosque profundo? ¡No! ¡En absoluto! ¡Me ha encantado!

Víctor Morata Cortado

EL BOSQUE PROFUNDO de Sofía Rhei / Editorial: Aristas Martínez Ediciones / Ilustradora: Anna Ribot Urbita / Colección: Libros singulares / Género: Narrativa corta ilustrada / 176 páginas / ISBN: 9788494704987 / 2018

Anuncio publicitario

Un comentario en “El bosque profundo

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: