Ya había disfrutado hace años de su anterior novela, Núbilus (Dolmen, 2008), y tengo que confesar que me gustó tanto que lamenté que fuera una copia prestada. Cuando la leí creo recordar que ya era difícil hacerse con un ejemplar. Hoy creo que, después de haber ganado el Premio Minotauro 2016, la cosa habrá cambiado. Sea como fuere, no era la primera vez que me enfrentaba a las letras de José Antonio Fideu. La experiencia ha sido tan grata ahora como lo fue entonces.
He tardado en abordar esta lectura por diversas razones. Una de ella es que quería leer Los últimos años de la magia con la dedicación que alguien como Fideu y su obra merecen, sin la presión del premio y todo ese ruido de fondo que generan todo este tipo de eventos mediáticos. Amén de que estaba inmerso en otros asuntos y no tenía más tiempo que el que el día me daba y eso, para ciertos momentos, creedme si os digo que se hace escaso.
Los últimos años de la magia tiene un título acertado, pero sé que el que el autor tenía pensado para el caso tampoco era un mal emblema para asaltar las librerías. En cualquier caso, no esperaba encontrar lo que encontré. Esperaba una historia de magia e ilusionismo. La aparición de Jean Eugène Robert-Houdin en las primeras páginas hizo que así lo creyera. Y sí, hay magia, pero hay mucho más. Dentro de estas páginas habita una historia épica, de aventuras y misterios, de magia y fantasía. Y creo que es importante remarcar esto último, porque magia y fantasía, cuando van juntas pueden en verdad hacernos pasar un muy buen rato, como así ha sido.
Ya me gustó entonces la prosa de Fideu. Me ha seguido gustando ahora. Me ha gustado la historia y sus personajes, que contienen una fuerza y una consistencia de peso en la novela. La trama también está muy bien entretejida. Hay una estructura muy pensada y bien llevada a término. Tanto que creo que de esa telaraña podrían salir muchos más hilos que el autor seguro se guarda bajo manga para darle salida en algún otro momento de inspiración. Ahora que va a publicarle en China, quizá lo tenga en cuenta y de una vuelta de tuerca más a la historia de Arcadia que involucra a Aurelius.
Tanto él como su antagonista, el Cazador de Hadas, bailan al son de una canción que se me antoja triste. Porque no, esta no es una novela rebosante de felicidad, sino todo lo contrario. Ya su título advierte de una catástrofe, una tragedia de dimensiones descomunales: el fin de la magia. ¿Cómo es posible? A pesar de ello, Fideu nos puebla las páginas de esperanza y no hay un capítulo en que no alimente nuestra imaginación con su particular manera de extrapolarlo todo, de encadenar sucesos irrisorios a verdaderas proezas y anudar la historia que conocemos a esa otra que él ha tejido en torno a Caliban, Gabrielle, Hans Medioerizo, Houdin o el propio Aurelius Wyllt. Las realidades de José Antonio Fideu, que también son en parte las nuestras, se funden con su prodigiosa mente para darnos mucho en lo que pensar, pero sobre todo creer e imaginar. Los últimos años de la magia me ha parecido una novela muy original, imaginativa y entretenida. Ojalá su autor nos ofrezca más de esta ambrosía literaria.
Víctor Morata Cortado
LOS ÚLTIMOS AÑOS DE LA MAGIA de José Antonio Fideu / Editorial: Minotauro / Colección: Premio Minotauro / Género: novela / 496 páginas / ISBN: 9788445004005 / 2016
Un comentario en “Los últimos años de la magia”