Diario de un ladrón de oxígeno

Hay libros que, como este, llaman la atención por lo que representan en ciertos panoramas culturales que por lo que es en sí, por la curiosidad que despiertan sus críticas más que por su sinopsis, por el modo irreverente y directo de su lenguaje más que por su prosa. Hay libros que, como este, a algunos dejarán una huella indeleble o una marca en lo más profundo de su ser, libros como este que tienen también la capacidad de borrarse de la memoria y el alma tan pronto pasen los días. Diario de un ladrón de oxígeno no parece un libro que haya escrito alguien que no quiere ser reconocido, aunque, dada la libertad sin censura que se toma para dirigirse al lector y hablar de sus vicios y miserias –que él (el protagonista, el autor) reconoce abiertamente pero no termina de asumir como tales– podría decirse que se trata más bien de una máscara para no acabar señalado por el dedo acusador de la sociedad hipócrita en la que vivimos. Porque hablar de ciertas cosas, sobre todo si se hace en primera persona, «es censurable y está mal» y se olvida el mensaje subyacente que hay tras la historia o la suma de anécdotas en torno al desgarro del amor y las carencias afectivas que nutren estas 144 páginas. No nos engañemos: aunque se autodenomine diario, no lo es. Es un monólogo en primera persona separado en dos capítulos. Una paja mental sobre las propias adicciones y sus derivados. El protagonista habla de sí mismo y del libro como si se tratase una realidad, lo cual respalda su necesidad de anonimato, pero, al mismo tiempo hay detalles que revelan una corrección de estilo y un ajuste de la estructura del libro para establecer los «parámetros correctos» de su discurso. Así y todo, creo que es un ejercicio interesante y que nos aporta una visión desde el interior de una mente tan perversa como la de quien nos habla, la mente de un maltratador –aunque se limite al plano verbal y psicológico no deja de serlo– alcohólico y paranoico que disfruta mortificando a las mujeres hasta que le toca el turno a él y acaba del otro lado. A partir de cierto momento la historia se vuelve un tanto predecible, pero no por ello menos interesante, porque, como lector, queremos ver cómo ese monstruo acaba devorado y sufre su merecido escarmiento, pero, al mismo tiempo, sentimos –o al menos yo sentí– un poco de lástima por él. En Diario de un ladrón de oxígeno se ponen así en juego las dos versiones de un corazón roto por una persona desalmada. Ignoro si la falta de profundidad de los personajes en algunas ocasiones responde a las intenciones del autor para acondicionar la psicología de los mismos al papel que les toca, pero creo que en ese aspecto podría haber sacado mayor partido ofreciéndonos aspectos más íntimos y definitorios de cada uno. Por otra parte, subyace en toda la obra una crítica sobre la moral, la política y la sociedad así como de los medios de comunicación sobre los que se mueven. Tal vez por esa razón el protagonista es quien es y trabaja donde trabaja. Si algo de lo que se expone es cierto o se corresponde con la autobiografía del autor importa más bien poco y funciona también como crítica a la tendencia del cotilleo a la que la sociedad tiende y de la que mucha prensa y televisión viven. En cualquier caso me ha parecido una lectura entretenida. Me ha sorprendido ser capaz de meterme tan de lleno en una lectura con cuyos personajes no comparto absolutamente nada y cuyos actos me parecen deleznables. Imagino que en eso ha influido la prosa y la agilidad con la que el autor se desenvuelve por este breve pasaje de vida.

Víctor Morata Cortado

DIARIO DE UN LADRÓN DE OXÍGENO de Anónimo / Título original: DIARY OF A OXYGEN THIEF / Traducción: Eduardo Iriarte / Editorial: Reservoir Books / Género: Novela / 144 páginas / ISBN: 9788416709878 / 2017

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: