Hace más de dos décadas que leí este primer libro de la saga La Torre Oscura de Stephen King. Entonces llevaba por título La hierba del diablo y el protagonista se llamaba Rolando en la traducción en lugar de Roland. Entonces tampoco había más que dos volúmenes y las ideas del Rey del Terror aún andaban dándole vueltas en esa particular y genial mente suya. Es por eso que quizá al reconvertir La hierba del diablo en El pistolero haya habido unos cuantos cambios y un añadido de páginas que matizan todo lo que está por venir. Desde que leí esta primera entrega hasta ahora, ha bajado mi concepción sobre la obra y he de confesar que conservaba un mejor recuerdo. Así y todo, no ha envejecido mal y aunque he apuntado a la baja, para mí roza el notable. En cualquier caso se trata de una percepción sesgada por la obra posterior del de Maine entre la época en que leí este primer libro de La Torre Oscura y esta en la que he vuelto a él. Entonces no pude seguir la saga porque no había por dónde; me dije que la leería del tirón una vez estuviera concluida. Ha pasado mucho tiempo, pero ahora, con la excusa de la adaptación a la gran pantalla, he decidido que no hay más demora que valga. La lectura de El pistolero es agradable, genial en muchísimas ocasiones, pero también algo tediosa en algunas partes. Está estructurada en capítulos que más bien parecen relatos largos aglutinados con cierto orden y coherencia y que sirven al propósito de conformar una gran historia o el comienzo de una aún mayor, pues ya se advierte que esto no es más que la punta de un gran iceberg con forma de torre. En la novela aparece uno de los villanos más recurrentes de King: el hombre de negro. Y, aunque pueda no ser el mismo de otras novelas como Los ojos del dragón o La danza de la muerte, lo parece. El propio autor siempre dijo que el universo de La Torre Oscura está lleno de guiños hacia toda su obra, por lo que no es de extrañar que esta primera avanzadilla a manos de ese personaje misterioso con principio y fin no sea más que uno de esos guiños, uno de muchos, porque no hay que olvidar que la novela lleva escrita muchísimo tiempo y, desde entonces, ha llovido mucha literatura de manos de este hombre. El personaje de Roland Deschain se va configurando muy poco a poco a través de pensamientos cruzados, actos contrariados y flashbacks estudiados que ponen de manifiesto su complejidad pero que, sin embargo, apenas muestran demasiado, algo que, imagino, cambiará en los próximos volúmenes de la saga. Lo más interesante de todo es el mundo en el que se desenvuelve, una tierra que no se sabe muy bien si pertenece a una dimensión alternativa, a un futuro muy avanzado o representa una loca distopía con muchos nexos comunes a nuestra realidad. Ese cuadro se nos ofrece a través de los escenarios, mostrando más que explicando, ofreciéndonos la imagen viva de la decadencia de un mundo en el que la única verdad que todos conocen es que «se ha movido», con su particular lenguaje y su propia derruida mitología, pero con detalles que, aún así, recuerdan a nuestro mundo. El pistolero es un viaje por lo más inhóspito de ese mundo tras las huellas del hombre de negro y en pos de alcanzar un objetivo que, a pesar de ser claro, no por ello deja de encerrar cierto misterio y un montón de preguntas. El objetivo no es otro que La Torre Oscura. En esta aventura podemos ver el estilo de King un tanto distorsionado por el trazado de una trama que no es propia, o no lo era en ese tiempo, de él. Se notan las trazas de experimento y las dudas a la hora de urdir las complejidades de ese universo, aunque no demasiado. Él mismo, en el magnífico prólogo que acompaña a la edición, reconoce sus errores y también que ha optado por mantenerlos casi todos por deferencia a sus seguidores y a los fans de la saga. Es una lectura que merece la pena, ya sea por su simbolismo y lo que representa, o por el mero placer de leer a alguien que, a mí personalmente, nunca me defrauda.
Víctor Morata Cortado
LA TORRE OSCURA I. EL PISTOLERO de Stephen King / Título original: THE DARK TOWER I. THE GUNSLINGER / Traducción: Jorge Luis Mustieles / Ilustraciones: Michael Whelan / Editorial: Debolsillo / Género: Novela / 288 páginas / ISBN: 9788466341295 / 2016