Es tanto el revuelo que este autor ha suscitado en las redes literarias que giran en torno a la fantasía, la épica y la ciencia ficción que no pude sustraerme a la tentación de acercarme a sus letras, aunque fuese a través de sus relatos y no de las dos novelas que de su trilogía de la Dinastía del Diente de León ya están dando, y mucho, que hablar (para bien). El acercamiento ha sido pues un poco tortuoso en según qué caminos de los que el autor nos muestra en su antología. Para empezar, me he dado de bruces con un excelente escritor que domina la lengua y sus herramientas pero que, además, mima las palabras e incluso las homenajea de cuando en cuando a lo largo de algunas páginas. A mí me han dejado boquiabierto y fascinado sobre todo aquellos relatos de corte fantástico, muy al contrario de aquellos otros que basaban sus premisas en la ciencia y los convierten en ficción. La ciencia ficción me gusta, pero hay ciertos momentos en que me siento aturullado por el exceso de información técnica y explicaciones que escapan a mi corta comprensión. Por eso no le atribuyo al autor la culpa completa de que no me hayan gustado esos relatos de corte Sci-Fi, sino a mí mismo. Sin embargo, como siempre digo, yo no estoy para valorar su calidad como escritor, sino el grado de satisfacción, diversión y entretenimiento que, como lector, el autor y su obra han provocado en mi persona. Por eso, los relatos que ahondan en la fantasía me han parecido sobresalientes y el resto digamos que no me han calado tan profundamente e incluso han llegado a aburrirme un poco. Suerte que Ken Liu es un experto narrador, sino es incluso probable que no hubiera tenido ánimo de acabar algún que otro relato.
Al margen de gustos, tengo que aplaudir la capacidad narrativa de Liu y también su arraigo por esos orígenes que se ven reflejados con orgullo en todos y cada uno de sus relatos y que ahondan en la cultura, la filosofía y el folclore asiático, no sólo chino, y nos abre una nueva puerta al conocimiento de esa parte del planeta tan desconocida para algunos. También tengo que alabar el modo en que el autor introduce en El zoo de papel y otros relatos aquellos elementos fantásticos o ficticios, casándolos con total naturalidad a la realidad que, por otra parte, nos muestra. Hay que avisar que este libro no está cargado de positivismo, sino que hierve en una suerte de caldo negro que lo salpica todo de desgracia y negativismo, de descrédito hacia la raza humana y hacia algunos particulares que marcaron la historia desde la atrocidad y la ignominia. Liu pone en estas páginas una voz visceral, una voz grave que retumba y hiere, porque no es amigo de tapar o pasar por alto los detalles más cruentos ni los crímenes más horrendos. Él muestra el dolor y lo acerca a un primer plano que hace que el lector arrugue el rostro. Algunos relatos se me han hecho muy cortos y otros demasiado largos, pero ninguno me pareció malo o mediocre. Entiéndase mi puntuación en función de gustos y que, como ya se sabe, para gustos… No discuto el hecho de que para algunos El zoo de papel y otros relatos pueda ser una obra maestra compuesta de genialidades narrativas más que sobresaliente, del mismo modo que entiendo que algunos otros puedan pensar lo contrario. Yo me quedo en la mitad, aplaudiendo fuerte relatos como El literomante, Buena caza, Todos los sabores, El zoo de papel o Regulada, entre otros, y un poco más flojito relatos como los que abren y cierran la antología que, si bien son interesantes y arriesgados, no llegan a ser santo de mi devoción.
Víctor Morata Cortado
EL ZOO DE PAPEL Y OTROS RELATOS de Ken Liu / Título original: THE PAPER MENAGERIE AND OTHER STORIES / Traducción: María Pilar San Román Navarro / Editorial: Alianza / Colección: Runas / Género: Relato / 544 páginas / ISBN: 9788491046875 / 2017