Educar en el asombro

«¿Cómo conseguir que un niño, y luego un adolescente, actúe con ilusión, sea capaz de estar quieto observando con calma lo que le rodea, piense antes de actuar y esté motivado para aprender sin miedo al esfuerzo? Los niños de los últimos veinte años viven en un entorno cada vez más frenético y exigente, que por un lado ha hecho la tarea de educar más compleja, y por otro, los ha alejado de lo esencial. Vemos necesario para su futuro éxito programarlos para un sinfín de actividades que, poco a poco, les están apartando del ocio de siempre, del juego libre, de la naturaleza, del silencio, de la belleza. Su vida se ha convertido en una verdadera carrera para quemar etapas, lo que les aleja cada vez más de su propia naturaleza, de su inocencia, de sus ritmos, de su sentido del misterio. Muchos niños se están perdiendo lo mejor de la vida: descubrir el mundo, adentrarse en la realidad. Un ruido ensordecedor acalla sus preguntas, las estridentes pantallas interrumpen el aprendizaje lento de todo lo maravilloso que hay que descubrir por primera vez.»

A pesar de la puntuación final que otorgo al libro, Educar en el asombro me parece un libro importante, cuando no imprescindible, como primer medida de contacto para todos aquellos padres o docentes que tienen un contacto directo con niños y quieren mejorar tanto su relación con ellos como aprender el modo en que deben afrontar sus diferentes etapas y las incógnitas que se les presentan. Sin embargo, creo que, a pesar de todas las referencias bibliográficas, Educar en el asombro se mueve más en el campo del discurso que de la ciencia en el sentido de que se trata de una aproximación muy sutil a ciertos datos y estudios y profundiza más en el aspecto motivador que hace que los padres presten más atención a sus hijos y sepan como atender sus necesidades, que no sus caprichos, que en el de los datos.

Este es un libro compuesto de capítulos que se leen muy rápido, inspiradores y motivadores, con una gran carga de energía y un énfasis contagioso. Creo que en esos elementos radica la importancia de esta obra. Porque son elementos necesarios ante el desgaste que ocasiona la maternidad/paternidad o la educación en general y necesitamos que alguien nos oriente en este arduo camino lleno de obstáculos, la mayoría de ellos impredecibles. Otros no lo son tanto, y de orientarnos y guiarnos se encargan grandes oradoras como Catherine L’Ecuyer. Creo que Educar en el asombro es un libro que nace de sus conferencias y ponencias, que tiene tanta fuerza en sus páginas porque también la posee sobre un escenario y no me cabe la menor duda de que todos sus oyentes salen con las pilas cargadas y dispuestos a ser mejores padres, mejores educadores, mejores personas. Eso se transmite en este libro. Esa fuerza permanece. Esa motivación también. Este libro nos enseña a educar a los niños en el asombro, cada vez más escaso y cuya pérdida es cada vez más precoz, pero también a los adultos que un día fuimos niños y perdimos del mismo modo ese asombro por el mundo, por todo lo que nos rodea. Este es un libro de niños para adultos, pero también de reconexión de ese adulto con el niño que fue. Este es un libro que merece la pena leer. Tal vez, más de una ocasión.

Evangeline Sands D’Brown

EDUCAR EN EL ASOMBRO de Catherine L’Ecuyer/ Editorial: Plataforma Editorial / Colección: Actual / Género: Ensayo / 182 páginas / ISBN: 9788415577423 / 2012

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