«En una habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del iluminado edificio Chrysler, cuyo perfil se recorta al otro lado de la ventana, dos mujeres hablan sin descanso durante cinco días y cinco noches. Hace muchos años que no se ven, pero el flujo de su conversación parece capaz de detener el tiempo y silenciar el ruido ensordecedor de todo lo que no se dice. En esa habitación de hospital, durante cinco días y cinco noches, las dos mujeres son en realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una madre y una hija que recuerdan lo mucho que se aman.»
Es difícil hablar de una obra como esta sin comprometerme emocionalmente. Hay algo en Elizabeth Strout que me toca la fibra sensible de una forma importante, pero no sutil. No. No se puede decir que la prosa de esta autora de la costa este sea sutil. Para nada. Es angustiosa en su sencillez. Directa y áspera, pero llena de subterfugios, de caminos intransitables hacia los que cuesta poner siquiera la mirada y por los que la autora camina de puntillas, sin atreverse a mirar por donde pisa no vaya a ser que una de las minas de su infancia reviente y queme su presente, su futuro. Hay en sus palabras, en la interacción entre madre e hija, una contención difícil. Hay en esa relación una herida que supura gota a gota el dolor, la humillación y el sufrimiento de una niñez sumida en la pobreza y la marginalidad, dentro y fuera del rango que abarca la familia. Una no se da cuenta mientras lee a Strout que ésta la ha invitado a sentarse a su lado y escuchar, a entrometerse en las vidas de los demás en silencio, forzándola a establecer juicios que, es imposible no verlo, nos exponen a nosotros mismos como si estuviésemos delante de un espejo. No pude dejar de leer Me llamo Lucy Barton. No pude apartar la mirada de esa chica que sólo sabía la mitad de las cosas del mundo. Y, en ningún momento, eso puedo afirmarlo, sentí que fuera una composición forzada del personaje. No hay nada más natural. No me pareció una novela tierna, sino áspera y triste. Y, sin embargo, no puedo evitar que, al mismo tiempo, me haya transmitido una sensación de cercanía y belleza, de nostalgia casi. Se trata de una lectura agradecida que exige reposo y reflexión.
Adoración Negre Pujol
ME LLAMO LUCY BARTON de Elizabeth Strout / Título original: MY NAME IS LUCY BARTON / Traducción: Flora Casas / Editorial: Duomo Ediciones / Colección: Nefelibata / Género: Novela / 224 páginas / ISBN: 9788416261918 / 2016