Al enfrentarse a la lectura de un clásico como este, uno corre el riesgo de verse influenciado por los residuos que a lo largo de más de un siglo han ido dejando posados sobre nuestra mente las numerosas referencias al mismo, ya sea a través de otros relatos o del cine. Ese conocimiento previo puede arruinar nuestras expectativas o destripar la historia y así evitar un disfrute pleno de la misma. Por suerte, las expectativas se han visto ampliamente colmadas y satisfechas. Incluso cuando abordé las primeras páginas de El retrato de Dorian Gray y vi todos esos adjetivos incrustados en el texto no sucumbí a la tentación de abandono ni al tedio que podía prometer un abuso premeditado de calificativos. Por el contrario, vi en Oscar Wilde un ejemplo de que el buen uso de las palabras puede determinar más que nunca el destino al que se dirige un texto y embellecer una historia que de por sí bebe de la belleza. Me sorprendió muy gratamente la historia: gana sobre el terreno literario lo que ya conocía a través de otros medios. La prosa de Wilde me pareció magnífica, cuidada y profunda, tanto como los conceptos sobre la vida, la muerte, el vicio, la juventud, la sociedad en la que se desempeña y sus hipocresías y banalidades exageradas hasta lo indecible, etc. que el autor trata. No es una novela de personajes, pero los pocos que se exponen a los ojos del lector son maravillosamente peculiares, singulares. El retrato de Dorian Gray es un clásico obligado que Penguin Clásicos ha tenido a bien de reeditar con un acabado acorde con la calidad de su contenido. Resulta abrumador pensar en la realidad que supera la ficción dentro de estas páginas, ese pensamiento de ciertas clases sociales imperantes en la Inglaterra del XVIII que blandían sus títulos, propiedades y riquezas con exagerada afectación y que menospreciaban los asuntos mundanos con una ligereza tan terrible que asusta. Y asusta porque uno puede imaginar ciertos pensamientos de hace cien o doscientos años y aplicarlos perfectamente a la sociedad presente. Me pareció una obra sublime de principio a fin. El punto fantástico que envuelve la magia oscura del retrato que el protagonista oculta al mundo me pareció pionero para la época y más que brillante. Muchos autores del futuro de Oscar Wilde, sin duda, bebieron de su obra y su imaginería literaria. El retrato de Dorian Gray es un libro que merece ser leído por diversos motivos que engloban tanto la calidad de su prosa –bravo por la genial traducción de Alejandro Palomas- como la de la ficción que se desarrolla a través de ella.
Víctor Morata Cortado
EL RETRATO DE DORIAN GRAY de Oscar Wilde / Título original: THE PICTURE OF DORIAN GRAY / Traducción: Alejandro Palomas / Editorial: Literatura Random House / Colección: Grandes Clásicos / Género: Novela / 272 páginas / ISBN: 9788439731603 / 2016