Ay, si hubiera sabido todo esto hace unas cuantas décadas. Hoy no es tarde, ya lo dice el autor del libro, pero cuanto antes se afronta la «verdad» y se le pone remedio y solución, antes ve uno las bondades que se extraen de estas nuevas investigaciones médicas. El Doctor Perlmutter ya se hizo famoso con su best-seller Cerebro de pan donde nos hablaba sobre «la devastadora verdad sobre los efectos del trigo, el azúcar y los carbohidratos en el cerebro (y un plan de 30 días para remediarlo)»; ahora nos habla del microbioma y la importancia de lo que pasa en nuestro intestino y de cómo afecta a nuestro cerebro. Es difícil de creer. Nada de lo que se dice aquí es plato de buen gusto, pues son revelaciones que cambian por completo el concepto propio de la medicina convencional que dice que lo que pasa en el cerebro es cosa del cerebro y lo que acontece en cada órgano queda restringido a los límites de éste. Yo mismo he podido comprobar como mi estómago se inflama o se relaja ante situaciones de estrés o ansiedad, cómo los pulmones dejan de responderme cuando subo dos escalones pero resisten caminatas de quince y veinte kilómetros. Todo está conectado. El intestino y el cerebro, como dice el autor, sobre todo. Y es ahí donde se centra, explicando cómo nuestro microbioma, las bacterias de nuestro intestino y las enfermedades y el deterioro mental están íntimamente relacionados. Aporta datos, referencias a investigaciones recientes y pruebas de pacientes que han modificado su alimentación repercutiendo en el microbioma y mejorando sustancialmente su salud. Perlmutter, no obstante, nos advierte, casi constantemente, del escepticismo que estos descubrimientos generan en las escuelas médicas y, sobre todo, en la mayoría de los pacientes, que casi siempre –y estamos hartos de verlo en las salas de espera de los consultorios– prefieren recurrir a la sanación antes que a la prevención. Sea como fuere, al menos en mi pueblo, se ve mucho de esto. Lo que dice el Doctor Perlmutter no es nuevo. No del todo. La ciencia de los pueblos viejos a veces contiene una verdad que, con suerte, perdura a través de los tiempos y no se acaba por perder. No sucede lo mismo en las ciudades, donde la prisa y la solución rápida de la pastilla puede sobre el estilo de vida saludable y el ejercicio diario. No siempre es así. Por suerte, la sociedad, una parte de ella, al menos, se está dando cuenta de que el modo en que vivimos repercute mucho sobre nuestra calidad de vida y nuestro futuro bienestar y ponen remedio antes de tener que buscar soluciones desesperadas, pero sigue siendo un handicap a superar. Tengo que confesar que, a mi edad, he visto como la figura del médico de familia ha degenerado hacia una forma impersonal y poco atenta para con el paciente –hablo de mi caso particular– y, aunque aún quedan muchos profesionales con vocación y un interés innato por sus pacientes, los hay que tiran de vademecum y soluciones rápidas, que no se molestan en seguir aprendiendo y se centran en el reloj que marca la salida de su jornada laboral. Por eso también es importante que el ciudadano de a pie tenga acceso a libros como este. Se puede creer o no en las palabras de este doctor, pero no hay nada de malo en comprobar por un mismo la verdad de lo que expone y llevar a cabo algunos de los consejos –muy buenos, por cierto– que explicita en sus páginas, así como la recomendación específica de alimentos, dietas y complementos pre y probióticos que pueden beneficiarnos muy mucho. Un dicho muy antiguo dice que lo más sabio es escucharlo todo y cuestionarlo después sin excepción. Estoy de acuerdo. En cualquier caso, si cuestionamos toda la información que nos llega y nos da por investigar, siempre acabaremos por encontrar un camino hacia la verdad o, en caso contrario, desmintiendo aquello que pretendían hacernos tomar por bueno. Yo ya soy viejo para cambiar algunas cosas. Soy consciente. Pero también lo soy para saber que, dentro de lo que cabe, nunca es tarde para mejorar algunos aspectos y este libro es una de tantos que abogan por soluciones y remedios partiendo de una base más natural y menos química. Merece la pena escuchar lo que dice David Perlmutter. Y, por favor, cuestionen todo lo que dice. Compruébenlo. Y luego, bueno, luego pueden sacar sus propias conclusiones. He ahí, al final de esa ecuación, un resultado de impagables dimensiones.
Aurelio R. Silvano
ALIMENTA TU CEREBRO de Dr. David Perlmutter y Kristin Loberg / Título original: BRAIN MAKER / Traducción: Ariadna Molinari Tato / Editorial: Grijalbo / Colección: Autoayuda superación / Género: Ensayo / Temática: Bienestar / 368 páginas / ISBN: 9788425353482 / 2016
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