Recuerdo una noche, cuando yo era un mocoso que no entendía de nada, encontrarme frente al televisor viendo un documental con mi madre, y observar con mucha curiosidad como el rostro de mi madre desencajaba los ojos y sonreía de forma boba, como sólo pueden hacerlo aquellos que están inmersos en algo que les apasiona. Recuerdo como al terminar dicho documental ella, con una pasión y una paciencia infinita, intentaba vanamente explicarme qué era aquello que tanto le había sorprendido, y que tanta felicidad le había producido. Aquellos años fueron los ochenta, mediados, y era la primera vez que alguien me hablaba de la Sábana Santa de Turín, pero no fue hasta muchísimos años después, en el 2000, en un viaje por la Italia del Piamonte, cuando verdaderamente se despertó en mí la curiosidad por el Síndone y cuando logré comprender la felicidad y la sorpresa que pudo producir en mi madre, una católica practicante con una fe inquebrantable en Cristo, la noticia de que el Sudario que se custodiaba en Turín era verdaderamente el que envolvió a Cristo una vez muerto y que aquella imagen que allí se veía era la del rostro y el cuerpo del hijo de Dios. Con la perspectiva que el tiempo me da, y con los años vencidos ya a mis espaldas, aquel mismo documental que visioné entonces hoy me parecería un despropósito periodístico y científico, una suerte de facsímil de entretenimiento, donde la asepsia religiosa brilla por su ausencia. El periodista José Manuel García Bautista (Sevilla, 1972) hace una cosa muy bien en “El enigma de la Sábana Santa”. Es “aséptico”. Es decir, el periodista sevillano, especialista en historia y misterio, compila en su libro las investigaciones y opiniones más relevantes que se han llevado a cabo sobre la Sábana Santa de Turín, sin hacer conjeturas que puedan llamar a engaño al lector, o sin dar por verdaderas ciertas aportaciones de seudocientíficos o estudiosos del misterio sobre el controvertido asunto de la reliquia.
La Sábana Santa, el Síndone, se conserva en la Catedral de San Juan Bautista (Turín), en el interior de un relicario a prueba de catástrofes, como terremotos, incendios o inundaciones, y su exhibición al público se realiza muy poquitas veces y en unas fechas muy concretas. La ciencia aún no ha sido capaz de explicar como se formó la impronta del cuerpo y el rostro en el lienzo, ni tampoco ha sido capaz de reproducirla en un laboratorio, por lo que, sea uno creyente o no, es éste uno de los enigmas más sorprendentes y misteriosos de la humanidad…
Aurelio R. Silvano
EL ENIGMA DE LA SÁBANA SANTA de José Manuel García Bautista / Editorial: Luciérnaga / Género: Ensayo / 190 páginas / ISBN: 9788416694068 / 2016