Volt

Volt - Alan HeathcockEs complicado abrir una opinión sobre un libro que no sabes donde encajarlo. Eso está bien. No todo tiene que estar compartimendado. Volt encaja tan bien dentro del género del relato como de la novela. Es ambas cosas y a la vez ninguna. Podríamos partir de la idea de que se trata de un conjunto de relatos conexionados entre sí por un denominador común que es el lugar en el que se desarrollan las historias. No es el único nexo. La crudeza de los relatos y sus personajes también lo son. Alan Heathcock nos ofrece la visión de una América profunda y oscura, destacando la tragedia y la muerte sobre lo demás, como si a través de ella pudiera sacar lo peor que hay tras lo malo del ser humano, lo más tenebroso. Pone a prueba a sus personajes y los lleva al extremo de un modo natural y creíble sobre situaciones y escenarios complicados, difíciles de digerir a veces. Esa complejidad se refleja en lo que se calla el autor, en los resquicios de lo que nos muestra, en los impostados gestos de sus protagonistas que tienen que enfrentarse a sus propias vidas dentro de un pueblo más bien pequeño, un pueblo de esos que guarda secretos bajo la alfombra y que nadie quiere airear pero que son la comidilla en las tardes de té o en las barras de bar. El autor usa un lenguaje directo y rudo, áspero. El trato entre sus personajes es abrupto. Uno va leyendo y también se da cuenta de que el tiempo no importa, que las historias se desarrollan con una diferencia de varias décadas algunos de ellos. Al final, el lector acaba por inmiscuirse en esas vidas, por saber más de lo que debería y ser confidente de algunos de sus secretos. Deja poco lugar al pensamiento de sus actores y sí da alas, muchas, al entorno y sus acciones, al modo en que las circunstancias y el ambiente modifica sus conductas y los conduce a lo largo de sus existencias, la manera en cómo se enfrentan esas personas al mundo. Hay poco espacio para la felicidad, no hay desenlaces dulces sin sobredosis de acritud. Sentirse dentro de la historia resulta embriagador a la vez que claustrofóbico, hay tensión en cada página y, sin tener un final cerrado –algo lógico puesto que se trata de pedazos de la historia del lugar y sus gentes, algo que nunca tendrá fin–, no se hecha de menos un desenlace. La vida es como es, sigue adelante con todo lo bueno y lo malo, mejor o peor, pero sigue. Volt es eso. La vida que sigue después de todo. A pesar de todo. Yo no podía dejar de leer, hay algo en la prosa de Alan Heathcock –o acaso en la formidable traducción de Javier Lucini, un aplauso para los traductores, entes invisibles y de labor impagable– que atrapa. Vamos, a mí me atrapó. Sólo por el placer de leer, sin pensar en el lugar al que la lectura me iba a llevar. Es de esas lecturas cuya prosa pesaba más que la propia historia que, para mí, ha sido secundaria. Desde luego, es un libro muy a tener en cuenta. De momento, la mejor lectura del año. Volt es uno de esos libros que, a mi parecer, merecen todos y cada uno de los galardones recibidos. Muy recomendable.

Víctor Morata Cortado

5

VOLT de Alan Heathcock / Título original: VOLT / Traducción: Javier Lucini / Editorial: Dirty Works / Género: Narrativa / 275 páginas / ISBN: 9788494414138 / 2016

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