Los besos en el pan

«¿Qué puede llegar a ocurrirles a los vecinos de un barrio cualquiera en estos tiempos difíciles? ¿Cómo resisten, en pleno ojo del huracán, parejas y personas solas, padres e hijos, jóvenes y ancianos, los embates de una crisis que «amenazó con volverlo todo del revés y aún no lo ha conseguido»? Los besos en el pan cuenta, de manera sutil y conmovedora, cómo transcurre la vida de una familia que vuelve de vacaciones decidida a que su rutina no cambie, pero también la de un recién divorciado al que se oye sollozar tras un tabique, la de una abuela que pone el árbol de Navidad antes de tiempo para animar a los suyos, la de una mujer que decide reinventarse y volver al campo para vivir de las tierras que alimentaron a sus antepasados… En la peluquería, en el bar, en las oficinas o en el centro de salud, muchos vecinos, protagonistas de esta delicada novela coral, vivirán momentos agridulces de una solidaridad inesperada, de indignación y de rabia, pero también de ternura y tesón. Y aprenderán por qué sus abuelos les enseñaron, cuando eran niños, a besar el pan.»

Almudena Grandes (Madrid, 1960) nos tiene acostumbrados a novelas y relatos crudos pero repletos de una sensibilidad exquisita. La madrileña es una autora que utiliza las historias para adornar los sentimientos de sus personajes, y no al revés, como suele suceder con otros muchos narradores.

En esta novela Almudena consigue retratar la miseria que esta sociedad nos ha dejado como postulado inherente a la crisis de valores que sufre España en las últimas décadas. Los protagonistas de “Los besos en el pan” son los protagonistas anodinos y anónimos que día a día pueblan nuestras calles, nuestros pueblos, nuestras ciudades, cada uno de ellos podría ser nuestro vecino, nuestro hermano, o incluso nosotros mismos. Lo interesante es que Grandes estos protagonistas, con sus miserias, con sus desesperaciones, con el tinte melodramático que da la literatura, los transforma en héroes, en seres que brillan más allá de la desgracia.

Es una novela que nos enseña la cruda realidad pero que nos da también esperanza.

Adoración Negre Pujol