Los días señalados se suceden entre el estallido de la Segunda Guerra Mundial, la industrialización y las revueltas juveniles. Peder Godiksen era tan consciente de que en el resto del mundo ocurrían grandes cosas que decidió abandonar la granja de su padre para convertirse en piloto de guerra, aunque al hacerlo dejara atrás a su amigo Axel y a su amada Ellen, cuyos sueños siempre empiezan y terminan igual: con ella caminando.
Días señalados no es una saga familiar; es la saga de toda una aldea que, a través de fechas concretas como cumpleaños y bodas de plata, refleja un siglo de cambios. Desde su publicación, que obtuvo el premio de la crítica y el de los libreros daneses y vendió más de 100.000 ejemplares, ha sido considerada la gran novela danesa contemporánea.
DÍAS SEÑALADOS de Jens Smærup Sørensen / Título original: Mærkedage / Traducción: Enrique Bernárdez / Género: Novela / Editorial: Nocturna / 471 páginas / ISBN: 9788494286209 / Año 2014
Días señalados no es un libro de los que me apetecía leer y, aún así, me embarqué en él. Una aventura de la que me arrepentí durante las primeras treinta o cuarenta páginas y, sin embargo, dada mi tozudez, se convirtió en un viaje apetitoso hacia ninguna parte. Me costó entrar en materia. El autor hace un despliegue de personajes encomiable, pero a los que cuesta asirse así de buenas a primeras. Nos habla de un pequeño pueblo ficticio en tierras danesas en el que dos familias se alzan como protagonistas durante el transcurso de varias generaciones. Con un punto de vista en tercera persona omnisciente y plural, el autor se adentra en la mente de sus personajes para imprimir a través de la narración sus particulares pareceres, caracteres y modos de afrontar el entorno. A veces esa omnisciencia pasa a un grado más objetivo y nos parece estar leyendo los pensamientos de los Godiksen de Bisgaard o los de los Lundbæk de Kristiansminde. La historia no es una historia lineal ni una historia en sí. Como decía al comienzo es una historia a ninguna parte que procede de ningún sitio. Es un paseo por la Dinamarca de principios de siglo XX hasta nuestros días a través de los ojos y experiencias de estos personajes, tan anodinos y singulares como cualesquiera otros. Se nos ofrecen los pensamientos en contraposición a los actos que el ser humano, reflejado en los personajes de Días señalados, realiza a diario. Sus inmundicias camufladas de galante perfume y sus palabras engañosas rebozadas de dulce miel. Los giros de la vida merced a los cambios de las circunstancias. Cotidianidad en estado puro. Viendo el mundo girar y cambiar. Viendo las cosechas pasar hasta que ya no queda mies que segar. Viendo la vida brotar y arañando el último hálito. Al final, llegué a familiarizarme con los personajes y disfruté de la lectura, pero no fue fácil y, si lo fue, hay que agradecerlo a la delicada prosa de Jens Smærup Sørensen y la afinada traducción de Enrique Bernárdez. Una lectura sin historia aparente en la que el autor se permite un capítulo para ironizar sobre su propia literatura y el libro que nos ocupa, pero que, sin embargo, ofrece un paisaje muy bien definido.
Víctor Morata Cortado
Decir que Jens Smærup Sørensen es reconocido en su país como un literato de primer orden, y que con esta obra ha obtenido nada más y nada menos que el premio de la crítica y de los libreros daneses, decir además que Jens Smærup Sørensen es miembro de la Academia Danesa con la reputación y todos los honores que esta institución otorga a sus miembros, debería ser más que suficiente para que cualquier amante de la cultura le diera una oportunidad a la literatura y ahondara en la prosa de este escritor danés. Es cierto que la historia de Días señalados es un poco rutinaria, cotidiana, mundana, sin apenas sobresaltos, llena de chascarrillos, cotilleos y algunas mentiras encubiertas, que en algunas de sus frases se percibe cierto aroma danés propio del frío que acusan las palabras que utilizan estos señores del norte de Europa. Pero, aún sin llegar nunca a profundizar las circunstancias del período histórico en el que se desarrolla la historia, el autor danés es capaz de desarrollar la trama tan cerca del centro de la acción que, a pesar de todo lo dicho anteriormente, la historia consigue mantener irremediablemente al lector pegado a sus páginas. Aunque quizá, más que la historia o los personajes, son las emociones suscitadas y las contenciones preservadas, las frustraciones calladas y los sueños truncados, los verdaderos protagonistas del libro.
En definitiva nos encontramos ante una buena lectura, una especie de prontuario a tener presente en esos Días Señalados que nos marcan el destino y nos trazan el camino a seguir.
Jesús Cuenca Torres